miércoles, 25 de febrero de 2009

LA CRISIS AGRICOLA

Juan Páez Ávila

Después de aproximadamente 8 años de abandono del programa agrícola que presentara el primer ministro de Agricultura y Cría, Alejandro Riera, al Presidente Chávez, en el que se hacía énfasis en darle prioridad a la producción de algunos rubros como el arroz, el café, el cacao, el aceite de la Palma Africana, la caña de azúcar y otros altamente competitivos por las condiciones del campo venezolano, y vitales para el desarrollo de la agroindustria, el país entró en una profunda crisis agrícola que hoy estamos presenciando. El cambio en la política agrícola, expresada en lo fundamental en la expropiación y hasta confiscación de fincas productivas, agravó de tal manera las fallas en la producción del campo, que inevitablemente conduciría al desabastecimiento de los alimentos básicos para la dieta del venezolano.
En el último Aló Presidente el Comandante en Jefe culpó al Presidente Bush de dirigir un plan para desestabilizar su gobierno, mediante el desabastecimiento de los principales productos de consumo humano y provocar el descontento entre los venezolanos que tienen serias dificultades para encontrarlos, aunque continúa el intercambio de petróleo nuestro por toda clase de mercancías industrializadas y hasta materias primas desde el imperio.
La credibilidad del Presidente Chávez cae irremediablemente por buscar un enemigo a quien echarle las culpas de todos los males que afectan la economía y la vida de los venezolanos, y no pedirle a sus asesores que le indiquen cuál es la política que el gobierno debe ejecutar para encontrar la solución. En el caso del desabastecimiento de los productos agrícolas, la razón es evidentemente muy sencilla. Los productores del campo han sido despojados de tierras en plena producción y muy pocos de latifundios, con lo cual han dejado de fluir hacia los mercados decenas de rubros agrícolas y millones de kilogramos de los mismos.
Si la lucha la emprende el Presidente de la República contra los latifundios -tierras improductivas- y las pone en manos de campesinos preparados para su explotación y una buena administración, no sólo hubiera aumentado la producción y abastecido a los europeos , y con más de 100 mil millones de dólares el gobierno norteamericano.consumidores, sino que también tendría el apoyo de la mayoría de los venezolanos y posiblemente estaríamos exportando algunos de esos productos a los grandes mercados internacionales.
Pero la ocupación de fincas productivas, que inmediatamente dejaron de producir, y las constantes amenazas contra la agroindustria a los pocos productores que todavía exponen sus vidas en el trabajo del campo, acosados por el abigeato -robo de ganado- el cobro de vacunas por guerrilleros y paramilitares que pululan en la frontera e incluso más acá, cuando no son víctimas del secuestro, sólo han servido para que los productores continúen abandonando sus tierras, y por lo tanto generando más desabastecimiento en las ciudades.
En el mundo no han encontrado otra manera de combatir el desabastecimiento, que aumentando la producción e incluso subsidiando a los productores como lo hacen la Unión Europea y Estados Unidos, con más de 100 mil millones de euros al año los países
Con la importación de más de 70% de los alimentos que se consumen en el país, se resuelve transitoriamente el problemas del desabastecimiento, mientras existan los altos precios del petróleo, pero si no hay un cambio en la política agrícola del gobierno, que garantice la propiedad privada y cree condiciones que den garantías jurídicas y estímulos a los productores la crisis agrícola se profundizará en los próximos años. Con la importación el gobierno del Presidente Chávez ayuda a los productores de otros países, mientras desaparece gran parte de nuestra agricultura.

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