domingo, 12 de diciembre de 2010

VARGAS LLOSA

LITERATURA Y POLÍTICA
Juan Páez Ávila

Desde que se publicaron los primeros textos literarios y a través de todo el tiempo transcurrido hasta nuestros días, la literatura y la política han desarrollado vasos comunicantes,
algunas veces directos, aunque la mayor parte han estado relacionados de una manera sugerida. Incluso algunos regímenes han tratado de utilizar la literatura como instrumento para fines ideológicos, frente a lo cual se han rebelado los más auténticos y trascendentes creadores del arte literario, sin dejar de escribir sobre política, pero colocando cada actividad en el lugar que le corresponde.
El Premio Nobel de Literatura 2010 otorgado a Mario Vargas Llosa ha llenado regocijo no sólo al autor de La Ciudad y los Perros, La Casa Verde, La Guerra del Fin del Mundo y La Fiesta del Chivo, entre decenas de novelas, cuentos, ensayos, obras de teatro y una excepcional labor periodística, sino también a sus lectores en el mundo de la literatura y en particular a los amantes y luchadores por la libertad y la democracia.
El autor lo merecía y seguramente lo esperaba desde hace algunos años, por la titánica y sólida labor literaria traducida a diferentes idiomas, reconocida por críticos y disfrutada por millones de lectores en el mundo. Exitoso en su país desde sus primeras publicaciones, fue proyectado a Latinoamérica y al universo de las letras al ganar el Premio de Novela Rómulo Gallegos en 1967 cuando apenas frisaba los 30 años de edad. Defensor de la Revolución Cubana y de todos los movimientos políticos que anunciaban un cambio social y un progreso económico para bien de los pueblos subdesarrollados, rompió con Fidel Castro cuando trató de imponer el realismo socialista, detuvieron al poeta Padilla y lo obligaron a confesar en público que su obra merecía la censura de la revolución porque no defendía al régimen existente. Desde esos tiempos Vargas Llosa se convirtió en un crítico de todas las dictaduras políticas, de izquierda o de derecha, que en nombre del futuro de los oprimidos cercenan las libertades públicas.
Pero ha sido su obra literaria la que lo ha revestido de prestigio y de gloria en diversas latitudes hasta donde han llegado sus magistrales novelas y ensayos. Declarado en diversas ocasiones partidario del realismo literario, ha creado una nueva realidad que si bien refleja algunos aspectos del mundo real objeto de su observación directa o documentada, le ha permitido ganarse el respeto y la admiración de quienes privilegian la estética, la recreación de la realidad del entorno humano y la invención de una obra de ficción extraordinaria.
Según su propia visión de la literatura, su obra es una gran mentira que transmite los efectos de las más grandes verdades de la sociedad contemporánea, el rostro oculto de la realidad que percibimos, que sólo la novela puede decir y transferir a los lectores, y el novelista puede auscultar con su imaginación. Otras verdades y en algunas oportunidades las mismas que encierran sus ficciones y mentiras literarias, las ha expresado directamente a través de su labor periodística, con tanta vehemencia y pasión como la que transmiten sus grandes obras narrativas. Su labor literaria está perfectamente delimitada de la periodística, las une su prosa magistral, el estilo directo y sus geniales sugerencias.
Finalmente, el Premio Nobel consagra a un escritor ya consagrado. La obra de Vargas Llosa, antes del Nobel, ya formaba parte de la literatura universal, ubicada en un contexto global había trascendido fronteras, convertida en una verdadera escuela para sus lectores y seguidores. Después del más resonante Premio, miles o millones han comenzado a releerlo, otro tanto, más difícil de cuantificar, tendrán la oportunidad de descubrir a uno de los más grandes escritores de nuestro tiempo.

PROTESTAS INCONTENIBLES

Juan Páez Ávila

Los efectos aterrorizadores del discurso de Hugo Chávez, que mantenía paralizados a los empleados públicos, que por casi una década dejaron de reclamar sus derechos laborales constitucionales, han pasado a la vieja historia. Cada día, cada mes que transcurre sin poder cubrir la cesta alimentaria y menos la básica, empleados y obreros de casi todas las dependencias oficiales protestan a las puertas de diferentes despachos, por la falta de contratación colectiva, de aumentos proporcionales a la inflación y en general porque ya no soportan la larga espera de la llegada del hombre nuevo, sin necesidades perentorias, sin la miseria humana, que les venía ofreciendo el Presidente en sus peroratas dominicales.
Las protestas pacíficas de los trabajadores de la Administración Pública han crecido y se han radicalizado en los últimos años, y en particular en el primer semestre del 2010 cuando han sido contabilizadas por PROVEA cerca de 1400 manifestaciones en las calles de las principales ciudades del país y frente a los ministerios, institutos autónomos, gobernaciones y alcaldías, como consecuencia de las difíciles condiciones de vida que atraviesan, por la no cancelación de los sueldos y salarios, las prestaciones sociales y sus intereses y los aumentos decretados por el Presidente el 1º. De Mayo de cada año, y aumento de la inflación.
En la mayoría de los casos tienen varios años sin contratación colectiva, porque el Presidente de la República y sus voceros principales han expresado que en el socialismo el gobierno es del pueblo, de los trabajadores, cuyos sindicatos han sido sustituidos por organismos paralelos que responden a los intereses de la cúpula gubernamental, a una política de Estado, que actúa como patrono, y no como representante de esos trabajadores. Y cuando los sindicatos vigentes desde la llamada IV República logran firmar un contrato, como sucedió en PDVSA, las cláusulas fundamentales no las cumple el Ministro que representa al Jefe del Gobierno.
Y como el alto costo de la vida se hace sentir en los hogares de los trabajadores, que en principio apoyaron al Presidente y creyeron en sus promesas en cuanto a que tendrían una mayor participación y jugarían un rol protagónico, en la medida en que el Comandante Presidente decreta e impone los límites de los sueldos y salario, sin la participación de los asalariados, lenta pero paulatinamente se han producido reclamos y protestas frente a los despachos oficiales o contra la burocracia gubernamental nombrada para dirigir las principales empresas de la nación, como sucede en Guayana.
Al incumplimiento del mandato constitucional de tener más participación y protagonismo en las decisiones básicas de la Administración Pública, se ha sumado el deterioro de los servicios públicos, que generalmente utilizan las clases populares y media de la sociedad, que ha aumentado el descontento y la irritación de los usuarios y provocado la represión por parte del gobierno, tal como sucedió con quienes fueron atropellados y detenidos en una Estación de Catia, barriada popular por excelencia y otrora bastión del apoyo al Presidente.
Por ese camino la derrota de Chávez no la puede evitar el 2012, ni con las amenazas contra los parlamentarios recién electos, de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), hoy más amplia y afianzada en el sentimiento y la conciencia de la mayoría de los venezolanos, dispuestos a continuar en la calle al lado de los sectores populares y medios en defensa de sus derechos constitucionales. Y aunque el miedo exista, la voluntad y la decisión de los ciudadanos para rescatar la democracia, en donde impere la reconciliación nacional, el respeto a la propiedad privada y a los derechos humanos, supera todos los obstáculos.
El fracaso de la administración pública en manos de Hugo Chávez y su gabinete de incapaces, que siguen creyendo en la dogmática marxista-leninista para crear un sociedad sin clases sociales, destruyendo el aparato productivo, sin crear una sola empresa que genere empleo y riqueza, lo que ha reproducido es la represión gubernamental contra un pueblo que protesta en búsqueda de un mejor nivel de vida. Y si bien es cierto que engañaron a más de la mitad de la población que votó en varias oportunidades a favor de Chávez y su revolución, diez años después la decepción los ha llevado a perder el miedo y no sólo a protestar por mejores sueldos y salarios, sino también por recuperar la democracia, como el mejor sistema de gobierno y de vida creado por el ser humano. Y en esa dirección marchamos hacia las elecciones en el 2012.
Juan Páez Ávila

Los efectos aterrorizadores del discurso de Hugo Chávez, que mantenía paralizados a los empleados públicos, que por casi una década dejaron de reclamar sus derechos laborales constitucionales, han pasado a la vieja historia. Cada día, cada mes que transcurre sin poder cubrir la cesta alimentaria y menos la básica, empleados y obreros de casi todas las dependencias oficiales protestan a las puertas de diferentes despachos, por la falta de contratación colectiva, de aumentos proporcionales a la inflación y en general porque ya no soportan la larga espera de la llegada del hombre nuevo, sin necesidades perentorias, sin la miseria humana, que les venía ofreciendo el Presidente en sus peroratas dominicales.
Las protestas pacíficas de los trabajadores de la Administración Pública han crecido y se han radicalizado en los últimos años, y en particular en el primer semestre del 2010 cuando han sido contabilizadas por PROVEA cerca de 1400 manifestaciones en las calles de las principales ciudades del país y frente a los ministerios, institutos autónomos, gobernaciones y alcaldías, como consecuencia de las difíciles condiciones de vida que atraviesan, por la no cancelación de los sueldos y salarios, las prestaciones sociales y sus intereses y los aumentos decretados por el Presidente el 1º. De Mayo de cada año, y aumento de la inflación.
En la mayoría de los casos tienen varios años sin contratación colectiva, porque el Presidente de la República y sus voceros principales han expresado que en el socialismo el gobierno es del pueblo, de los trabajadores, cuyos sindicatos han sido sustituidos por organismos paralelos que responden a los intereses de la cúpula gubernamental, a una política de Estado, que actúa como patrono, y no como representante de esos trabajadores. Y cuando los sindicatos vigentes desde la llamada IV República logran firmar un contrato, como sucedió en PDVSA, las cláusulas fundamentales no las cumple el Ministro que representa al Jefe del Gobierno.
Y como el alto costo de la vida se hace sentir en los hogares de los trabajadores, que en principio apoyaron al Presidente y creyeron en sus promesas en cuanto a que tendrían una mayor participación y jugarían un rol protagónico, en la medida en que el Comandante Presidente decreta e impone los límites de los sueldos y salario, sin la participación de los asalariados, lenta pero paulatinamente se han producido reclamos y protestas frente a los despachos oficiales o contra la burocracia gubernamental nombrada para dirigir las principales empresas de la nación, como sucede en Guayana.
Al incumplimiento del mandato constitucional de tener más participación y protagonismo en las decisiones básicas de la Administración Pública, se ha sumado el deterioro de los servicios públicos, que generalmente utilizan las clases populares y media de la sociedad, que ha aumentado el descontento y la irritación de los usuarios y provocado la represión por parte del gobierno, tal como sucedió con quienes fueron atropellados y detenidos en una Estación de Catia, barriada popular por excelencia y otrora bastión del apoyo al Presidente.
Por ese camino la derrota de Chávez no la puede evitar el 2012, ni con las amenazas contra los parlamentarios recién electos, de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), hoy más amplia y afianzada en el sentimiento y la conciencia de la mayoría de los venezolanos, dispuestos a continuar en la calle al lado de los sectores populares y medios en defensa de sus derechos constitucionales. Y aunque el miedo exista, la voluntad y la decisión de los ciudadanos para rescatar la democracia, en donde impere la reconciliación nacional, el respeto a la propiedad privada y a los derechos humanos, supera todos los obstáculos.
El fracaso de la administración pública en manos de Hugo Chávez y su gabinete de incapaces, que siguen creyendo en la dogmática marxista-leninista para crear un sociedad sin clases sociales, destruyendo el aparato productivo, sin crear una sola empresa que genere empleo y riqueza, lo que ha reproducido es la represión gubernamental contra un pueblo que protesta en búsqueda de un mejor nivel de vida. Y si bien es cierto que engañaron a más de la mitad de la población que votó en varias oportunidades a favor de Chávez y su revolución, diez años después la decepción los ha llevado a perder el miedo y no sólo a protestar por mejores sueldos y salarios, sino también por recuperar la democracia, como el mejor sistema de gobierno y de vida creado por el ser humano. Y en esa dirección marchamos hacia las elecciones en el 2012.

EVELING TREJO ALCALDESA

Juan Páez Ávila

En la democracia universal, la mujer ha venido demostrando que puede tener una participación exitosa, si logra alcanzar ciertos niveles de preparación para el ejercicio de la política y asume con vocación firme la lucha social como un mecanismo de consolidación de los regímenes de libertades, que el ser humano considera como la vía más apropiada para producir algunos cambios políticos y económicos que conviertan en realidad la esperanzas de millones de personas que buscan cómo salir del atraso y la orfandad.
El triunfo de Eveling Trejo en las pasadas elecciones para la Alcaldía de Maracaibo no sólo significa la derrota del Presidente Hugo Chávez en la segunda ciudad de Venezuela, sino también el ascenso al poder de una mujer valiente y estudiosa, trabajadora y con vocación política, que si bien hereda en parte el prestigio de su marido, Manuel Rosales, exiliado en Perú, ha demostrado que camina con sus propios pies por todo el Estado Zulia y piensa con cabeza propia.
Conocida a escala nacional después que su esposo, amenazado por el Presidente de la República de llevarlo a la cárcel, antes de que algún tribunal se pronunciara sobre los supuestos delitos de los que le acusaba, Eveling Trejo enfrentó con coraje y decisión el difícil momento político que vivía su cónyuge, y dio a conocer sus ideas, su pensamiento, acerca de la política venezolana. Esposa digna y luchadora social presente en el escenario político se ganó la simpatía de muchos zulianos y venezolanos, y la animadversión de los perseguidores de Manuel Rosales. Desde el mismo momento en que se le vio y oyó en los medios de comunicación social asumir la defensa de su marido y expresar sus conceptos en torno a la justicia y a la democracia en general, comenzó a ser considerada como una posible sustituta del Alcalde en el exilio.
Pero si todo lo dicho justifica que el pueblo zuliano la haya electo por mayoría Alcaldesa de Maracaibo, no es menos relevante su extraordinario ejemplo del rol que la mujer venezolana ha jugado y debe seguir jugando en la historia política contemporánea de nuestro país. Ganar en primera instancia unas elecciones primarias y recibir luego el apoyo de decenas de partidos políticos y organizaciones independientes, para finalizar victoriosa con el sufragio de los zulianos, tiene que vincularse también a su talento y a su discurso democrático, a su vinculación con la sociedad zuliana y a la credibilidad de su palabra.
Si algo caracteriza a los electores de las principales ciudades del país, es su conciencia democrática, su rechazo a la demagogia, la conformación de una cultura política, que si bien puede ser manipulable en un momento circunstancial, en muy poco tiempo descubren y rechazan el falso discurso y los candidatos que atienden en primer lugar a sus intereses personalistas y de cogollos oportunistas y corruptos. De allí algunas de las razones que llevaron a los habitantes de Maracaibo a elegir Alcaldesa a Eveling Trejo.
Su elección podría significar también un estímulo a la mujer venezolana a incorporarse a la lucha política, en un momento difícil que atraviesa el país, por la unidad de los venezolanos con espíritu de reconciliación nacional, para superar el clima de odio y venganza que ha sembrado Hugo Chávez desde el poder. La decisión de miles de mujeres que en los barrios de las principales ciudades del país, han demostrado para combatir por sus derechos sociales, requiere ser complementado con la participación de centenares o miles de mujeres que han alcanzado un alto nivel de educación y cultura políticas. Eveling Trejo señala un camino que exige sensibilidad social, voluntad inquebrantable para enfrentar las dificultades que toda mujer, incluso los hombres, pueden encontrar en la batalla por la vida, por la política democrática, pacífica y electoral, requeridas para derrotar a un gobierno de tendencia autoritaria que pretende imponernos un comunismo a la cubana, rechazado por más del 80% de los venezolanos, que incluso en palabras de Fidel Castro no le sirve ni a los cubanos, y que su hermano Raúl, en funciones de Presidente de Cuba, trata de modificar, si no de abolir paulatinamente.
Finalmente, creo que es muy importante señalar que Eveling Trejo ha asumido la Alcaldía de Maracaibo como una responsabilidad ciudadana, sin el menor asomo de espíritu de retaliación, a pesar de que su marido permanece en el exilio víctima de la persecución política ordenada por Hugo Chávez. Esa conducta, unida a la expresada también por el Gobernador Pablo Pérez, en el sentido de demostrar que la política es una actividad del ser humano destinada a construir una nación democrática, puede ser un indicador de que el Zulia y los zulianos, como la mayoría de los venezolanos unidos por la defensa de la democracia, no se han dejado arrastrar a los niveles subalternos de la vulgaridad política y el personalismo autocrático promovido por el lenguaje del Comandante Chávez y ejecutado por algunos oportunistas y sus incondicionales seguidores.

DOMINGO F MAZA ZAVALA

Juan Páez Ávila

En la historia política de Venezuela del siglo XX y lo que ha transcurrido del XXI se han destacado algunas personalidades en el mundo del pensamiento político y económico, que han dejado un legado de excepcional importancia tanto por la seriedad y profundidad de sus ideas como de su conducta intachable, que al desaparecer físicamente el país, sin distingo de parcialidades políticas, inevitablemente le expresa su reconocimiento, a unos más temprano que otros, pero ya forma parte de la esencia humana del venezolano pensante.
La muerte del Dr. Domingo F. Maza Zavala constituye desde luego un acontecimiento doloroso para su familia, y la pérdida de una de las inteligencias más brillantes de Venezuela y América Latina, un maestro y guía de múltiples generaciones de economistas que se formaron bajo su dirección y sabiduría. Para el presente y futuro de nuestro país ha desaparecido un baluarte del análisis e interpretación de la realidad económica y política que con mayor credibilidad y conocimiento, trazaba lineamientos fundamentales acerca del difícil momento que en esos aspectos ha atravesado la nación.
Profesor titular y ex –Decano de la Facultad de Economía y Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela dejó una marcada e inolvidable huella de la sencillez que los sabios de la Academia generan y transmiten, no sólo a sus alumnos sino también a quienes no lo fueron pero le oyeron en múltiples conferencias y supieron de su don de gente y de su inagotable y actualizado dominio de los problemas económicos venezolanos y mundiales.
Desde sus primeras obras en las que recogió numerosos artículos y reflexiones sobre Las Paradojas Venezolanas hasta sus últimos publicados en Nueva Economía, en periódicos y revistas nacionales y extranjeras, conservó en sus profundos juicios acerca de la globalización de la economía, una inteligible prosa de maestro también del idioma castellano.
Sus libros, que se cuentan por decenas, y sus artículos por miles reflejan parte de su quehacer intelectual, que se consultará por mucho tiempo, pero también su voz, su palabra en el aula y en el Parlamento, del que fue diputado por dos períodos, formarán parte de un patrimonio cultural de la economía y la política sin precedentes o con muy pocos, que debería servir de ejemplo a las nuevas generaciones de economistas y políticos que aspiran dirigir el país.
Hasta en la función ejecutiva que le tocó desempañar por varios años como Director del Banco Central, en momentos difíciles para la institución, según el juicio de algunos economistas que le conocen y observaron sus pasos, supo mantener la ponderación de sus opiniones y hacer valer la independencia de su concepto sobre el papel que debía desempeñar en la vida económica de la nación.
En síntesis, el científico social, su obra y su conducta ciudadana identificados con lo valores del intelecto y de la ética, que las naciones exigen a sus paradigmas para transitar los caminos del desarrollo, estuvieron presentes en la vida del Dr. Maza Zavala
Finalmente, considero que hay que destacar que su formación económica y su magisterio académico estuvieron siempre acompañados de una firme e invariable concepción democrática de la vida del país, lo que lo identificó en sus luchas políticas, desde el escenario en que se movía y que le era conocido y adecuado del periodismo y el ensayo, como un militante de las causas por el progreso de Venezuela y el bienestar de su población. De allí lo perdurable e histórico de su ciudadanía ejemplar.

BRASIL EMERGENTE

Juan Páez Ávila
La elección de Dilma Rousseff debería garantizarle a Brasil la continuidad de una política de estímulo a la inversión nacional y extranjera, a la educación y a la investigación científica, con un claro apoyo a los grupos de menores ingresos, que incluye a todos los sectores de la nación, y que ha asumido ese país como una razón de Estado para convertirlo en las próximas décadas en una potencia en todos los órdenes de la vida de una república soberana, no sólo en nuestro continente sino en el mundo.
Pero como esta elección no sorprendió a casi nadie, tal vez lo más importante que se pueda reseñar en estos momentos, es que si el electo hubiese sido José Serra, la política sería la misma y la perspectiva potencial y realista de Brasil no sufriría variaciones substanciales, excepto en el estilo personal de cada uno, porque iniciada por el ex-Presidente Cardozo (socialdemócrata) el Presidente Lula (Partido de los Trabajadores) le dio continuidad, a sabiendas de que los resultados obtenidos eran correctos y promisorios.
Dima Rousseff arriba al poder cuando Petrobras acaba de descubrir un gigantesco yacimiento petrolero que elevará las reservas de ese país a 140.000 millones de barriles, lo que convierte a Brasil en el tercero en el mundo, después de Arabia Saudita y Venezuela, con las ventajas que le da la experiencia en la inversión y la reinversión de esa inmensa riqueza, y la política de Estado a la que hicimos referencia en párrafos anteriores. Un país petrolero con clara y común conciencia de lo que debe hacerse con ese producto no renovable, unido a la energía renovable del etanol que produce por millones de toneladas, lo convertirá no sólo en la potencia emergente en el mundo globalizado de este tiempo, sino que también lo consolidará como el epicentro económico y político de América del Sur.
Y para citar un segundo factor de desarrollo, bastaría con mencionar lo que algunos científicos brasileños llaman otra revolución verde lograda por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa), que puso en producción a sabanas hasta ahora improductivas y Brasil aumentó en los últimos 10 años la producción de 80 a 150 millones de toneladas de trigo, en una región tropical, y otros granos. Será exportador y no importador de alimentos, después de varios gobiernos democráticos que se han alternado en el poder. La revista The Economist registra en su edición del 16 de octubre que en Brasil la producción agrícola, sin contabilizar la pecuaria, creció más del 8 % al año.
Y en relación con la política, Brasil marcará el rumbo democrático de los países de América del Sur, donde la alternabilidad en el poder y el respeto de los Derechos Humanos, la descentralización y la integridad territorial, la cooperación y la solidaridad entre las naciones suramericanas, con alguna prevalencia imperial, que en la práctica puede sustituir parcialmente la tradicional e histórica hegemonía de los Estados Unidos, sin afectar las relaciones con la gran potencia del norte, cuya política de Estado ve con realismo y hasta beneplácito la influencia brasileña en estas latitudes.
Ya es de dominio público que Brasil busca, y en cierto modo avanza en, una salida al Atlántico y al Caribe a través de convenios de mutuos beneficios con sus países vecinos. Apoyada por los Estados Unidos, política que también es del conocimiento no sólo de los líderes latinoamericanos, sino también del mundo en general, la democracia brasileña se hará sentir en América de Sur y hasta es factible que por su independencia de otras potencias se convierta en el timón de la política exterior de esta región. La paz entre las naciones de América del Sur dependerá más de la consolidación de la democracia en la mayoría los países que la integran y de la intervención insoslayable del Brasil emergente.
Dilma Rousseff, al darle continuidad a la política de Estado de sus antecesores Cardozo y Lula, no debería confrontar mayores dificultades en el ejercicio de su mandato, para acelerar el proceso de integración de América del Sur, no sólo impulsada por su potencial económico y en particular sus grandes exportaciones e importaciones, sino también por el manejo inteligente que haga de UNASUR, apoyada en la política histórica, permanente, de ITAMARATY, símbolo y asiento de su Cancillería.
Normalizadas las relaciones diplomáticas y económicas entre Venezuela y Colombia, en las que no son extrañas las sugerencias y recomendaciones directas en lo personal de Lula e indirectas a través de UNASUR, se despeja substancialmente el camino de la integración entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y MERCOSUR, si no de la mano, sí estimulada e impulsada por Brasil y sus intereses de nueva potencia, en un mundo de firmes tendencias democráticas, en el que una política autoritaria como la del Comandante Hugo Chávez no encontrará asidero, enfrentada exitosamente, en lo interno, por la amplitud de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

martes, 19 de octubre de 2010

!POR QUÉ VOTAR!

Juan Páez Ávila

15-09-2010



La sociedad democrática venezolana tiene del 26 de septiembre presente año la extraordinaria oportunidad de propinarle una segunda derrota al autoritarismo del Comandante Chávez y a un buen número de sus candidatos a diputados, ineptos y corruptos que han actuado con un servil incondicionalismo a las políticas centralistas y militaristas del jefe único del fracasado socialismo del siglo XXI, con lo cual se puede y se debe cambiar la correlación de las fuerzas que se disputan y disputarán en el futuro inmediato de la conducción y el destino de la nación.


El triunfo de la oposición en los estados y alcaldías más populosos y de mayor peso político en el país, ha creado un poder compensatorio, independiente y capaz de contener los desmanes políticos y económicos que viene cometiendo el Comandante en Jefe y que pretende seguir ejecutando con la anuencia de unos Poderes Públicos controlados desde Miraflores. Si en la mayoría de las principales ciudades del país el pueblo elige diputados autónomos, que apoyen y contribuyan a la movilización y protesta de la sociedad democrática contra las leyes inconstitucionales que Chávez hizo aprobar por la Asamblea Nacional, pueden impedir su aplicación e incluso someterlas a referendo aprobatorio.


Sin los espejismos del “Chávez vete ya” que puede abrir caminos a un “Pinochetazo”, la sociedad democrática tiene que actuar con la clara conciencia de que Chávez es derrotable por la vía electoral y que el posible intento desconocer la victoria de la oposición, le puede costar más caro que prepararse para finalizar su mandato en 2012.


La disidencia en importantes sectores que han venido apoyando las políticas del Comandante, no sólo son evidentes, sino que pueden adquirir una dinámica que los impulse hasta el rompimiento, si tomamos en cuenta la prepotencia, la soberbia, con que actúan los incondicionales y oportunistas que rodean al Jefe del Estado. Incluso es factible que en su delirio de predestinado pueda llegar a considerar que la compañía y solidaridad que le han prestado sus candidatos, que no tienen votos, llegó a su fin y decida marchar solo, con las multitudes que lo proclamen y no le discutan.


Si la oposición y la disidencia derrotaron las aspiraciones de Chávez de perpetuarse en el poder, en el referendo del 2 de diciembre de 2007, hoy con una oposición unida, con más experiencia política y una nueva disidencia, encabezada por el Gobernador de Lara, Henri Falcón y el PPT, hay que votar: para crear un contrapeso político en la Asamblea Nacional que fortalezca la democracia social y enfrente el totalitarismo, defender la propiedad privada; restablecer la seguridad jurídica y la seguridad de las personas y de sus bienes. En síntesis, votar es un ejercicio democrático que ha servido en el mundo civilizado para consolidar sociedades plurales, respetuosas de los derechos humanos y ciudadanos en general, y en algunos casos, como el nuestro, evitar la prolongación de una pesadilla provocada por el predominio de algunos dinosaurios en los Poderes Públicos, y en el caso que no ocupa en la Asamblea Nacional.

U

LA AUTOCRÍTICA DE FIDEL

Juan Páez Ávila

21-09-2010



Aunque el Comandante Fidel Castro trató de desmentir al periodista de USA que lo entre4vistó recientemente y quien se hizo acompañar de una testigo, ha quedado absolutamente claro que el todavía jefe máximo del comunismo cubano, pensó, en ese momento, solo en su país, que busca diversos mecanismos de una apertura hacia una economía mixta que atraiga la inversión extranjera, que le permita a su país salir de la postración económica y la miseria de millones de cubanos que viven en su territorio.


Para sorpresa del mundo democrático y particularmente para sus seguidores incondicionales y recalcitrantes, que todavía lo consideran el revolucionario más importante del mundo comunista, que ha sobrevivido a la hecatombe de la Unión Soviética y al giro hacia el capitalismo de China, Fidel Castro ha hecho una autocrítica pública en declaraciones a un periodista norteamericano, al reconocer que el régimen socialista que le impuso por 50 años al pueblo cubano, no sólo no es exportable, sino que tampoco le ha servido a su país, tras la búsqueda de un hombre nuevo.


Y aunque la mayoría de los analistas y dirigentes políticos expresan dudas acerca de la sinceridad del viejo caudillo caribeño, los tímidos pasos que ha venido dando su hermano Raúl, como heredero de su gobierno, parecen indicar que estamos en presencia de un cambio significativo pero gradual, que ambos, bajo su máxima dirección o tutela, conducirán hacia una economía mixta, en la que no se puede calcular el tiempo de transición hacia un mercado abierto al mundo capitalista globalizado, porque preservan con mucho rigor, sin aflojar, todavía, las riendas de la política hacia una mayor libertad y respeto a los derechos humanos.


A los pocos días de sus sorpresivas declaraciones autocríticas, sólo pueden formularse hipótesis hacia donde enrumbarán a Cuba, presionados por la comunidad democrática internacional que exige mayores avances hacia la democracia. Estamos muy distantes de las denuncias que hizo Nikita Kruschov en XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, de los crímenes y otras barbaridades que se cometieron durante el gobierno de Stalin. La evolución en Cuba hacia la democracia puede ser inédita, lenta como la China comunista, sin descartar la pérdida del control político como le sucedió a un estadista de la excepcional inteligencia de Mijail Gorvachov.


Lo que sí puede afirmarse sin temor a exageraciones subjetivas, es que Raúl Castro, a quien se le atribuyen simpatías por el rumbo que ha tomado China, recibió un espaldarazo de su hermano mayor y mentor político, que le puede permitir acelerar las reformas, porque ambos han reconocido el fracaso del socialismo autoritario, del comunismo que importaron de la Unión Soviética.


De ser así, el Comandante Presidente, Hugo Chávez, tendrá que ponerle sordina y freno a su , delirio del socialismo del siglo XXI, después de 11 años de gobierno, durante los cuales ha destruido el aparato productivo del país, limitado las libertades públicas, sin poder crear alguna institución importante que justifique históricamente su administración pública, muy lejos del hombre nuevo que ha ofrecido generar en nuestro país.


Identificado el socialismo del siglo XXI, por Fidel Castro, como el comunismo que él le impuso a los cubanos, Hugo Chávez no puede continuar engañando a los venezolanos que creyeron en su prédica y que hoy son víctimas de la inflación, el hampa desbordada, el desempleo, la recesión económica, el militarismo y el personalismo centralizador que ha destruido todas las empresas privadas que ha estatizado, cuando los cubanos dirigidos por Raúl Castro trata que crear en su país, para superar el desastre económico, social y político que atraviesa.

ELECCIONES EN LARA

Juan Páez Ávila

En momentos en que el país y en particular el gobierno atraviesan una profunda crisis económica y social, que anticipan una peligrosa crisis política, si no hay acuerdo entre los factores determinantes de la sociedad venezolana que emerjan de los próximos comicios, estas elecciones del 26 de septiembre se constituyen en un punto de inflexión que marcará el rumbo, hacia una Asamblea Nacional equilibrada y conciliadora o hacia otro elemento de crispación.
Después de ganar todas las elecciones, con más del 60% de los votos, que se han realizado en el estado Lara desde 1998, Hugo Chávez tendrá que medir su liderazgo personal con Henri Falcón, el gobernador más votado en los últimos comicios regionales, superando en porcentaje al Comandante Presidente, hoy en franca oposición aunque con candidatos promovidos por el PPT tan desconocidos como los del PSUV, por lo que todos dependen, con algunas excepciones, de los votos que les puedan endosar Chávez o Falcón. Esta circunstancia , unida a la división de lo que fuera la primera fuerza electoral en el Estado, puede favorecer a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que presenta candidatos más vinculados a la sociedad larense y representativos de importantes sectores políticos y sindicales (Alfredo Ramos y Edgar Zambrano) empresariales y agroindustriales (Eduardo Gómez Sigala y Julio Anzola) político y educativo (Pedro Pablo Alcántara) popular y de la comunicación social (Víctor Torrealba) y gremiales (José Ignacio Guédez y Leopoldo Navas) impulsados por el milagro de la unidad perfecta de todos los partidos políticos e independientes que propician un cambio democrático.
Desde una perspectiva nacional, aunque se trata de unas elecciones regionales, en las que ni Hugo Chávez ni Henri Falcón son candidatos, analistas y dirigentes políticos observan con relevancia el enfrentamiento entre el Presidente de la República y el Gobernador del Estado, porque el resultado en las urnas de ambos gobernantes, puede determinar un golpe políticamente mortal para el Proyecto chavista o la preservación del liderazgo del Comandante en Jefe, que no admite disidencia victoriosa.
Sin embargo, la Mesa de la Unidad (MUD) además de sentirse favorecida por los división de la otrora fuerza demoledora del chavismo, avanza hacia las elecciones del 26 de septiembre fortaleciendo sus vínculos con todos los sectores sociales y afirmando la emergencia de nuevos liderazgos democráticos, que pueden darle una victoria importante a varios de sus candidatos y ponerle una fuerte barrera al proyecto Castro-chavista del Partido único, al centralismo personalista, al militarismo y a la política de liquidación del aparato productivo del país con su secuela de desempleo, inseguridad y miseria humana.
Para crear condiciones políticas, sociales y económicas y apuntalar el país hacia una sociedad de convivencia y progreso, habrá que atender los llamados del Iglesia, de los empresarios, de los trabajadores que todavía militan en sindicatos y de los partidos políticos de la Alternativa Democrática y los sectores independientes que integrados en la Mesa de la Unidad, a la reconciliación nacional, al respeto a la Constitución Bolivariana de Venezuela hoy puesta de lado por el Comandante Presidente, en síntesis, a un cambio en la manera de conducir el país como si fuera un cuartel, para darle paso al debate civilizado, a la erradicación de la violencia verbal, policial y militar y a la reconquista del poder civil.
Para crear condiciones políticas, sociales y económicas y apuntalar el país hacia una sociedad de convivencia y progreso, habrá que atender los llamados del Iglesia, de los empresarios, de los trabajadores que todavía militan en sindicatos y de los partidos políticos de la Alternativa Democrática y los sectores independientes que integrados en la Mesa de la Unidad, a la reconciliación nacional, al respeto a la Constitución Bolivariana de Venezuela hoy puesta de lado por el Comandante Presidente, en síntesis, a un cambio en la manera de conducir el país como si fuera un cuartel, para darle paso al debate civilizado, a la erradicación de la violencia verbal, policial y militar y a la reconquista del poder civil.
Los resultados de las elecciones en el Estado Lara pueden dar la pauta para el camino a seguir. Derrotado el chavismo y el liderazgo de Hugo Chávez por la Mesa de la Unidad Democrática y el liderazgo del gobernador Henri Falcón, la mesa puede quedar servida para una más profunda reflexión y un entendimiento civilizado, que para bien de todos comience a buscar políticas para ponerle coto a la violencia homicida y cuidado si suicida
La Entrevista
Jueves 13 de Noviembre de 2003 | 18
TalCual
________________________________________


"Falta un periodismo que reconcilie"
Ex director de la escuela de comunicación social de la UCV, Juan Páez Avila, quien se dispone a presentar su obra Alí el viajero enlutado, cree que en este momento no hay cabida para la imparcialidad en el reporterismo venezolano
Pedro Pablo Peñaloza
________________________________________




–¿Cómo evalúa al periodismo venezolano de estos tiempos?
–Tengo la convicción de que en estos momentos estamos viviendo una de las mejores etapas del ejercicio del periodismo venezolano.

Se ha elevado la conciencia del profesional del periodismo e, incluso, del editor. Al periodista se le ha obligado a asumir posiciones y opinar, y creo que eso lo ha convertido en un profesional mucho más destacado y respetable.

–No comparte la crítica sobre la falta de ética de los medios de comunicación.

–No estoy de acuerdo con eso.Todo lo contrario, el periodista es un ser que juega un papel en la sociedad y está obligado a asumir una actitud según sus ideas y pensamientos. No tiene porqué ser un eunuco. En estos momentos no se puede exigir imparcialidad. El país está absolutamente dividido, lo que obliga al periodista a estar a favor o en contra del Gobierno, no tiene alternativa.

–¿Pero es imposible declararse neutral?
–La gente no cree que en estos momentos se pueda ser neutral.

Creo que sí se puede ser objetivo parcialmente, porque la objetividad total no existe como tal; sin embargo, cuando hay una convicción democrática esto crea otras dificultades: Por ejemplo, si no asumes los extremos y te colocas en el centro, también adoptas una posición, que es igualmente válida. El país necesita en estos momentos un periodismo que llame a la reconciliación. La etapa de conflicto llegó al límite tolerable en democracia, no podemos dejar que pase a la violencia.

–¿Esa toma de posición no puede desviarse del periodismo y terminar siendo pura y simple actividad política?
–Bueno, pero en estos momentos está como obligado a eso, porque su profesión lo vincula con la sociedad y ésta espera de él una orientación, que tiene que darse. Algunas veces no es necesario opinar, sino presentar la realidad del país para que el receptor del mensaje capte lo que está pasando. En estos momentos, el periodista no puede ser aséptico, es muy difícil serlo.

–¿Dónde se consigue paz para escribir en esta Venezuela convulsionada?
–Es muy complejo.Hay que escribir en medio del conflicto. Sólo cuando las instituciones se consoliden y se fortalezca el estado de derecho, se puede hablar de paz para escribir. Ahora estamos obligados a adoptar una postura militante.

–¿Teme el advenimiento de un régimen de facto?
–No hay condiciones en el mundo para un régimen dictatorial.

Tiene que enfrentar, no sólo a los venezolanos, sino a la comunidad mundial. Igualmente, la Fuerza Armada debe respetar al Comandante en Jefe, Chávez no puede salir si no es por la vía electoral.En eso, la historia reconocerá a la institución armada, que no tiene porqué insurgir contra el Presidente.

–¿Qué recuerda de su pasantía por el Parlamento?
–Cuando estaba en el Senado se produjeron varios debates sobre la necesidad de reformar las instituciones venezolanas. Incluso, Rafael Caldera introdujo una reforma constitucional; pero, la cúpula mayoritaria de Acción Democrática la creyó innecesaria y, en cierto modo, la escamoteó y se crearon las condiciones para que llegara un hombre como Chávez. Eso no avanzó porque creían que todo estaba muy bien.

–¿Excesivamente normal?
–Algo similar pasa hoy. Los chavistas creen que todo está muy bien, que hay una revolución, que todo marcha correctamente, que vienen progresos; aunque la realidad indica que no es así, están obnubilados, atados a algo que no quieren perder, pero lo van a perder porque no han sabido darle al país el giro que necesitaba, como ocurrió en los últimos años de la era democrática.

–¿Si lo invitan a la Asamblea y le ofrecen una curul contigua a la de la diputada Iris Varela, la aceptaría?
–Ja, ja, ja. No, ya no iría al Parlamento. Estoy dedicado a la literatura, creo que mi generación puede aportar a través de su producción intelectual. Ahora, estoy empeñado en desarrollar una obra literaria y el próximo domingo 23 de noviembre, en la Galera Di Maca de Los Palos Grandes, presentaré mi libro Alí el viajero enlutado.

–¿Qué tiene Carora que ha producido escritores, músicos y pensadores de talla mundial?
–Intentaré una hipótesis.Carora se convirtió en una isla cultural en el siglo pasado, estableciendo contacto con Europa más fácilmente que con Caracas. Muchos caroreños de esa época viajaron a Francia y el gran personaje central que orientó a todos los jóvenes de ese tiempo fue Chío Zubillaga, quien vivió en París y conoció a Ortega y Gasset, a Unamuno, entre otros. Otro fenómeno fue que los muchachos buscaban un camino para igualarse al poder económico que predominó en Carora durante mucho tiempo. Para poder llegar a los niveles de la godarria caroreña había que hacer bastante dinero o desarrollar una capacidad intelectual, algo que ellos respetaban y admiraban.

–Zubillaga fue el ejemplo a seguir.

–Fue un maestro extraordinario, orientó a todo el mundo.

Aprendí a ser profesor universitario luego de que investigué y escribí la biografía de él. Estimulaba a los jóvenes que querían estudiar.Fue un personaje excepcional. Su casa era una biblioteca abierta.

–¿La historia sería distinta si el bueno de Chío hubiera nacido en Sabaneta de Barinas?
–Ja, ja, ja. Esas conjeturas son muy difíciles de manejar, pero creo que Chávez se equivocó de época y de plan.Pero no sólo Chávez, pues nos equivocamos muchos. Se equivoca doblemente él porque, aunque triunfa electoralmente, lo hace cuando ya no existe la Unión Soviética, que hubiese respaldado a cualquier gobierno revolucionario en Venezuela. No era suficiente que hubiese sido discípulo de Chío Zubillaga, creo que tiene que ver con una comprensión distinta del mundo de hoy.Venezuela no saldrá de esta crisis mientras no haya una concepción distinta, incluso, a la que nosotros quisimos aplicar en los 60.

–¿Qué hubiera hecho con los 100 mil dólares del Premio Rómulo Gallegos?
–No lo había pensado. Los hubiera invertido en una fundación que creé, llamada La otra banda, no sólo para editar libros sino para realizar actividades culturales. En estos momentos, por ejemplo, la fundación está rescatando la casa donde nació Alí Lameda en San Francisco, un pequeño pueblo de Carora.

–¿Por qué lo llaman Toronto? ¿Alguna afinidad con Luis Herrera?
–Ja, ja, ja. Debe ser por la cabeza caroreña. No hay afinidad con Luis Herrera, aunque le dio un respaldo extraordinario a la cultura. Allí está el Teresa Carreño. Me consta que contrató a Alirio Díaz para que tocara en Venezuela seis meses del año de forma gratuita para todos los venezolanos en distintas partes del país.

ENCUESTAS HOY

Juan Páez Ávila
Y aunque por acontecimientos extraordinarios en el mundo de la política, la opinión de los electores puede variar días antes y hasta en el momento de votar, la crisis económica y social que atraviesa el país, como consecuencia de políticas equivocadas aprobadas y puestas en ejecución por el gobierno, ha desengañado a millones de venezolanos, que en principio apoyaron a Hugo Chávez, y ya no creen en sus nuevas promesas, ni que decidiera cambiar esas políticas, como para que reconsideren su decisión de sufragar por la oposición. Incluso la defensa del voto, garantía ineludible para coronar la victoria, ha pasado a formar parte de la conciencia del ciudadano, dispuesto a vivir en libertad y no en la cárcel y en la miseria del comunismo cubano, hacia donde se orienta la política del Comandante Presidente.
A pocos días para celebrarse las elecciones para elegir diputados a la Asamblea Nacional, la mayoría de las encuestas señalan un posible triunfo de la oposición, aunque algunos establecen reservas en cuanto a la posibilidad de que esa victoria se refleje en el número de candidatos, debido a la reforma que hizo la mayoría del CNE para favorecer al gobierno, y porque los resultados de una encuesta nacional no reflejan la realidad de los circuitos. Admitiendo esto como válido técnicamente, lo que parece inevitable numéricamente es la derrota del oficialismo en todo el país, lo cual sería políticamente mortal para las aspiraciones de reelección de Hugo Chávez.
Todo indica que estamos frente a un cambio importante del pensamiento y voluntad del electorado ante los resultados de la administración pública de Hugo Chávez y de su equipo, señalado como el más corrupto e incapaz, salvo excepciones, que se conozca en la historia desde siglo XX venezolano, al establecer la más elemental comparación con las obras públicas realizadas y con la cantidad de millones de dólares que han ingresado al Tesoro Nacional por la renta petrolera.
Pero regresando a las opiniones acerca de los resultados de las encuestas que se refieren a la condición nacional de cada una de las realizadas, esa apreciación no favorece a los candidatos del gobierno, porque en los circuitos en su mayoría son desconocidos y hasta extraños a la región, en los que los candidatos de la Mesa de la Unidad, si tienen un mínimo de vínculo con los electores, también pueden obtener una importante victoria.
En síntesis, si bien estamos frente a una elección regional por lista y por circuitos, la influencia de la intervención del Presidente Chávez puede repercutir a favor de sus candidatos por lista, pero en los estados más importantes tendrá que medirse con la obra de los gobernadores y alcaldes de la oposición, incluso con el papel relevante, a pesar del cerco gubernamental, del Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, y en particular con el gobernador de Lara, Henri Falcón, en uno de los estados donde antes de su disidencia imperaba Chávez y el chavismo.
De allí que el propio chavismo en lo interno admite la pérdida de los estados: Táchira, Miranda, Zulia, Nueva Esparta, Nueva Esparta, Distrito Capital, Carabobo, Mérida, Lara y Anzoátegui, que representa el 61% del electorado nacional, que se puede preservar hasta el 2012. Y si bien no es recomendable cantar victoria antes del 27 de este mes, lo cierto es que la oposición al gobierno de Hugo Chávez se encuentra unida, como en ningún otro momento de las múltiples veces en las que participó en elecciones, durante este ya moribundo período chavista, y mejor preparada para derrotar el ventajismo y el abuso gubernamental, y el miedo que trata de meterle a la población con sus amenazas y bravatas el Comandante Presidente, como último recurso para que la mayoría no vaya a votar.
La incapacidad de Chávez y su equipo gobernante para administrar la hacienda pública, la corrupción generalizada y especialmente montada en el saqueo de PDVSA, la inseguridad que azota a todos los venezolanos por el reinado del hampa, el militarismo y el personalismo como política centralista del Presidente, el desempleo y alto costo de la vida, la ruina de los hospitales y los salarios de hambre de médicos, maestros y profesores, y de los sectores populares y de la clase media en general, son indicadores de que el país requiere de una nueva Asamblea Nacional en 2010 y un nuevo Jefe de Estado en 2012.
El mandato constitucional de Hugo Chávez está llegando a su final por decisión de la mayoría de los venezolanos consultada en las encuestas. Más del 60% de los consultados quiere una Asamblea Nacional plural y autónoma, y más del 80% dice que no debe aspirar a otra reelección, que debe llegar hasta 2012.

TRIUNFO DEMOCRÁTICO

Juan Páez Ávila

Al convertir Hugo Chávez en plebiscito a su favor o en contra, las elecciones parlamentarias, el verdadero derrotado porque era el único protagonista, fue el hiperlíder del socialismo del siglo XXI, a quien le falló la condición de portaviones de otros tiempos. Para asombro del mundo democrático la única fotografía que llenó avenidas, calles y edificios a lo largo de todo el país fue la del Comandante en Jefe, a quien seguían en un plano secundario los candidatos a diputados del partido de gobierno.
Los resultados electorales, leídos con objetividad, constituyen un triunfo de la democracia, porque fue electa una Asamblea Nacional plural, con una mayoría relativa del PSUV electa con menos votos que la oposición, y sin las dos terceras partes del total de los diputados, lo cual la obligará a negociar para aprobar leyes orgánicas y elegir el Poder Judicial, al Contralor General de la República, al Defensor del Pueblo, al Fiscal General de la República y al Consejo Nacional Electoral. Si Chávez reconoce su deterioro, podría iniciarse una etapa de reconciliación nacional, que erradique paulatinamente los odios y la violencia verbal y de los grupos para policiales y paramilitares que cometen todo tipo de violaciones a los Derechos Humanos y a la Constitución Bolivariana de Venezuela.
El 52 % de los votos obtenidos por la oposición son un indicador de que Hugo Chávez ha perdido el respaldo mayoritario que había recibido en varias de las elecciones realizadas en las últimas dos décadas, lo cual debería obligarlo a revisar sus políticas económicas y sociales que han convertido a Venezuela en el país con mayor inflación y menor crecimiento, que se expresa en el más alto costo de la vida de América Latina y en la ruina del aparato productivo, con su secuela de desempleo o empleo disfrazado de buhonería, que significa mayor pobreza.
En materia política y social el Comandante Presidente debería reflexionar con relación a la violencia que desatan grupos armados que portan millones de armas de fuego y asesinan impunemente a centenares o miles de venezolanos mensual o anualmente, que han convertido a Caracas en una de las ciudades más violentas y peligrosas del mundo. De no hacerlo, continuará empujando el país hacia un precipicio de dimensiones colosales y por lo tanto de consecuencias desastrosas. Para corregirlo, varios especialistas han presentados planes de desarme, prevención y represión contra esos grupos armados.
Todo indica que el Presidente debería entenderse con la empresa privada para impulsar el desarrollo del país y darle trabajo fijo, con sueldos y salarios de quince y último, más prestaciones sociales, a millones de venezolanos. Si no hay entendimiento sin exclusión, las políticas del socialismo del siglo XXI llevarán el país al colapso, parecido al que sucumbieron los países comunistas durante décadas de gobierno durante el siglo XX. Afortunadamente los venezolanos han expresado con firmeza que rechazan y rechazarán el socialismo cubano, uno de los dos sobrevivientes de la catástrofe de la Unión Soviética y los regímenes totalitarios que logró imponer en Europa del Este, y reclamará y cobrará con votos en el 2012.
Sin embargo entramos en una nueva etapa de la vida política de la nación. Hugo Chávez tratará de dividir a la oposición, y ésta deberá trazar y ejecutar una política de consolidación y ampliación de la unidad. En cuanto a lo primero resulta imprescindible pasar la página victoriosa de las elecciones parlamentarias y cumplir a cabalidad con la agenda de las 100 Propuestas para legislar. Y en cuanto a lo segundo deberá tender puentes hacia los sectores independientes que no participaron en los comicios pasados, dando demostraciones de que realmente el país cambió y existe una alternativa democrática para cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional vigente, que garantiza derechos sociales e individuales que hará respetar; y algo muy especial por las dificultades que pueden ofrecer o presentar años de confrontación con el PPT. La alianza parlamentaria es fundamental para evitar desmanes del oficialismo y obligarlo a la negociación política y la reconciliación civilizada de los venezolanos. Y en los estados Amazonas y Lara deben romperse los diques del reconcomio, de los pleitos por intereses partidistas o personales, y dar comienzo a una alianza por la defensa de la descentralización, de un mejor, justo y legal situado constitucional, y por todo lo que constituya la defensa del Estado y sus habitantes, tal como lo han señalado los gobernadores Pablo Pérez, del Zulia, y César Pérez Vivas, del Táchira, tomando en cuenta las características y especificidades propias de cada región.

VARGAS LLOSA: LITERATURA Y POLÍTICA

Juan Páez Ávila

Desde que se publicaron los primeros textos literarios y a través de todo el tiempo transcurrido hasta nuestros días, la literatura y la política han desarrollado vasos comunicantes, algunas veces directos, aunque la mayor parte han estado relacionados de una manera sugerida. Incluso algunos regímenes han tratado de utilizar la literatura como instrumento para fines ideológicos, frente a lo cual se han rebelado los más auténticos y trascendentes creadores del arte literario, sin dejar de escribir sobre política, pero colocando cada actividad en el lugar que le corresponde.
El Premio Nobel de Literatura 2010 otorgado a Mario Vargas Llosa ha llenado regocijo no sólo al autor de La Ciudad y los Perros, La Casa Verde, La Guerra del Fin del Mundo y La Fiesta del Chivo, entre decenas de novelas, cuentos, ensayos, obras de teatro y una excepcional labor periodística, sino también a sus lectores en el mundo de la literatura y en particular a los amantes y luchadores por la libertad y la democracia.
El autor lo merecía y seguramente lo esperaba desde hace algunos años, por la titánica y sólida labor literaria traducida a diferentes idiomas, reconocida por críticos y disfrutada por millones de lectores en el mundo. Exitoso en su país desde sus primeras publicaciones, fue proyectado a Latinoamérica y al universo de las letras al ganar el Premio de Novela Rómulo Gallegos en 1967 cuando apenas frisaba los 30 años de edad. Defensor de la Revolución Cubana y de todos los movimientos políticos que anunciaban un cambio social y un progreso económico para bien de los pueblos subdesarrollados, rompió con Fidel Castro cuando trató de imponer el realismo socialista, detuvieron al poeta Padilla y lo obligaron a confesar en público que su obra merecía la censura de la revolución porque no defendía al régimen existente. Desde esos tiempos Vargas Llosa se convirtió en un crítico de todas las dictaduras políticas, de izquierda o de derecha, que en nombre del futuro de los oprimidos cercenan las libertades públicas.
Pero ha sido su obra literaria la que lo ha revestido de prestigio y de gloria en diversas latitudes hasta donde han llegado sus magistrales novelas y ensayos. Declarado en diversas ocasiones partidario del realismo literario, ha creado una nueva realidad que si bien refleja algunos aspectos del mundo real objeto de su observación directa o documentada, le ha permitido ganarse el respeto y la admiración de quienes privilegian la estética, la recreación de la realidad del entorno humano y la invención de una obra de ficción extraordinaria.
Según su propia visión de la literatura, su obra es una gran mentira que transmite los efectos de las más grandes verdades de la sociedad contemporánea, el rostro oculto de la realidad que percibimos, que sólo la novela puede decir y transferir a los lectores, y el novelista puede auscultar con su imaginación. Otras verdades y en algunas oportunidades las mismas que encierran sus ficciones y mentiras literarias, las ha expresado directamente a través de su labor periodística, con tanta vehemencia y pasión como la que transmiten sus grandes obras narrativas. Su labor literaria está perfectamente delimitada de la periodística, las une su prosa magistral, el estilo directo y sus geniales sugerencias.
Finalmente, el Premio Nobel consagra a un escritor ya consagrado. La obra de Vargas Llosa, antes del Nobel, ya formaba parte de la literatura universal, ubicada en un contexto global había trascendido fronteras, convertida en una verdadera escuela para sus lectores y seguidores. Después del más resonante Premio, miles o millones han comenzado a releerlo, otro tanto, más difícil de cuantificar, tendrán la oportunidad de descubrir a uno de los más grandes escritores de nuestro tiempo.

lunes, 19 de julio de 2010

LAS COMUNAS ELECTORALES

Juan Páez Ávila

Agotado Barrio Adentro como un instrumento, inventado en Miraflores con asesoramiento cubano, para llevarle algunos beneficios a los sectores más depauperados de la población, que generalmente sufragan por quienes les resuelven o les prometen resolver sus problemas, de hambre y miseria que les ocasiona el desempleo, el Comandante Presidente le ordenó a la Asamblea Nacional aprobar una Ley sobre las Comunas, antes Consejos Comunales, para tratar de remontar las encuestas que colocan a su administración pública al nivel de PDVAL y sus containers podridos en puertos y depósitos en diferentes dependencias oficiales.
Las comunas, como las desaparecidas cooperativas, impuestas desde arriba, aunque den la sensación de que el pueblo participa y será protagónico de una revolución social o comunista, no sobrevivirán al 2012, si es que los precios del petróleo experimentan una espiral inflacionaria y superan los 100 dólares por barril. De lo contrario serán otro fracaso más, desde el punto de vista del mejoramiento de la calidad de vida de los más pobres, o del empoderamiento de los mismos hacia el socialismo del siglo XXI. Lo que no es descartable, a la luz de la experiencia pasada, es que el reparto de dinero desde el gobierno central, le dé oxigeno a algunos candidatos oficiales a diputados, y hasta al propio Hugo Chávez como aspirante a la reelección indefinida como Presidente.
Pero como algunos economistas sostienen que ni siquiera con mejores precios del petróleo se recuperará el aparato productivo, porque el reparto de los ingresos petroleros no crea riqueza ni empleo seguro, es posible que los comuneros se coman lo que les enviarán desde Miraflores y continúen soportando sus carencias, hasta que la realidad los convenza de que no son protagonistas de ninguna revolución, sino objetos de manipulación electoral.
El principal soporte de nuestra hipótesis acerca del fracaso de los comunas aprobadas en Miraflores y en la Asamblea Nacional, y no creadas por los sectores interesados en el trueque y en cero ganancias por su trabajo productivo, es que esos sectores no existen en nuestra sociedad, y menos entre los pobres que lo que buscan es progreso y bienestar personal y familiar. De allí el éxito de las cooperativas del Estado Lara y otros estados, creadas por sus propios productores y consumidores, para beneficio de todos.
El dinero que el gobierno pueda gastar en los próximos tres meses, en las comunas, tratando de desplazar a la Alternativa Democrática del primer lugar de las encuestas y del sentimiento de la mayoría de los venezolanos que pide un cambio de rumbo, le demostrará a Hugo Chávez y sobre todo a los chavistas que todavía creen en el discurso del Comandante, que se puede engañar a mucha gente por un tiempo determinado, pero que después de 11 años de mentiras y verdades a medias, de alimentos podridos y enriquecimiento ilícito de unos pocos burócratas corrompidos, los electores más conscientes sufragarán por una Asamblea Nacional plural e independiente del Ejecutivo.
Como ha sucedido en la mayoría de nuestros países latinoamericanos, de cuyas mayorías paupérrimas se han querido aprovechar algunos gobernantes demagogos y antidemocráticos, manipulando a los más incautos, al ser descubiertos en sus planes personalistas y militaristas, han pretendido mantenerse en el poder por el fraude y la violencia, pero han sido derrotado por los votos o por el derrocamiento.
En Venezuela hemos escogido el camino electoral y pacífico, pero nadie puede vislumbrar cual será el desenlace final, si Hugo Chávez, para prolongarse en el poder, apela a la fuerza para consumar un fraude. De eso también hay ejemplos en América Latina. Pinochet y Pérez Jiménez trataron de desconocer los resultados de unas elecciones. Fujimori lo logró por pocos meses. Los resultados para todos, son conocidos. Ni sus más cercanos seguidores, que días antes les juraban absoluta lealtad, obedecieron sus órdenes. Los venezolanos, como lo afirmó

martes, 13 de julio de 2010

CHÁVEZ CONTRA GLOBOVISIÓN

Juan Páez Ávila
Cuando apenas faltaban unos 7 meses para la elección de los diputados a la Asamblea Nacional, con todo el control de los Poderes Públicos el Comandante Hugo Chávez no se atrevió a intervenir y sacar del aire a Globovisión, porque el costo político a pagar sería muy elevado, y porque las encuestas ya indicaban que ese próximo Poder Legislativo no lo podrá controlar con la misma discreción y abuso con que ha manejado a la mayoría de quienes fueron elegidos, previamente escogidos por su dedo de gran elector, con un 15 o 20% del electorado hace cuatro años aproximadamente.
La salida de Alberto Federico Ravel de la dirección de Globovisión y la presión para una posible venta de las acciones de los poseedores de la mayoría del capital invertido en esa planta televisora, dejó al desnudo la política hegemónica que viene imponiendo su régimen autoritario,, personalista y militarista, restringiendo cada vez más la libertad de expresión y de empresa.
Las nuevas amenazas del Presidente de la República contra Globovisión, mediante la intervención de Fogade para que asuma el paquete accionario de Nelson Mezherane, y de la Fiscalía General de la República para que solicite el aseguramiento de los bienes de Guillermo Zuloaga, sus accionistas mayoritarios, pueden tener un costo político mucho más elevado, al calculado hace unos 4 meses cuando se inhibió de darle el zarpazo, e incluso que el cierre de Radio Caracas TV.
A menos de 3 meses para que se realicen las elecciones para escoger los diputados a la Asamblea Nacional, la ejecución de esa medida a través de organismos del Estado controlados por el Jefe del gobierno, con apoyo de las fuerzas de seguridad públicas, será evidentemente vista como una ocupación militar no sólo contra empresarios acusados ante los tribunales de cometer supuestos delitos comunes, sino contra perseguidos políticos, contra la libertad de expresión y abusivo ventajismo electoral contra los partidos políticos y sectores de la sociedad civil que participan desde la oposición, y tienen como único canal televiso de comunicación a Globovisión. Y ello sin contar con el ya manifiesto rechazo de más del 60% de los potenciales electores consultados sobre el cierre de Globovisión, en las últimas encuestas, cuyo número podría aumentar al sumársele muchos chavistas democráticos y miles de personas, hasta hoy indiferentes, como los llamados Ni-Ni, en lo que a todas luces seria un atropello oficial, que no dejaría dudas acerca de la marcha del gobierno hacia el totalitarismo comunicacional, al estilo del comunismo cubano.
El Presidente debería recordar que más del 80% de los venezolanos consultados rechaza el comunismo cubano, uno de los pocos sobrevivientes de los regímenes totalitarios que desaparecieron el siglo pasado, sin guerras y sin muertos, en la Unión Soviética y en la Europa occidental donde, después una larga dictadura, volvieron a un sistema de pluralismo político, libertad de expresión y de empresa privada.
Sin apoyo mayoritario nacional e internacional el Comandante Chávez podría llevar el país a una crisis política de difícil solución, sin diálogo y sin rumbo seguro, que arrastraría a los suyos y a todo el país a un peligroso abismo.

viernes, 2 de julio de 2010

LA CAMPAÑA ELECTORAL

Juan Páez Ávila



En las proximidades de las elecciones para la Asamblea Nacional, como sucede en cualquier otro momento electoral, la ciudadanía exige conocer lo que se proponen realizar los candidatos, y en particular, cuando se trata de votar por las posibilidades de un cambio en la conducción del país, del comando de campaña que dirigirá la estrategia para provocar ese cambio.
Como respuesta a estas inquietudes, a nombre de la Mesa de la Unidad Democrática, Ramón Guillermo Aveledo presentó al país el equipo de dirigentes de los partidos y de la sociedad civil que coordinará las principales acciones a escala nacional, porque en cada uno de los estados y municipios, funcionará un comando de campaña unitario, para iguales fines en su respectiva jurisdicción.
E conjunto de proposiciones la elaboró una Comisión de Propuestas Programáticas de la Mesa de la Unidad Democrática, y por su contenido podría ser suscrito por todos aquellos demócratas que, sin distingo de ideologías o de militancia política, aspiren a la construcción de una sociedad civilizada, tolerante, en permanente diálogo, respetuosa de los derechos ciudadanos establecidos en la Constitución Nacional vigente.
La sociedad venezolana debería realizar un debate en los medios de comunicación social, acerca del contenido de las mismas propuestas y de todos los temas que a juicio de ciudadanos de todos los niveles sociales, deben formar parte del intercambio no sólo de ideas abstractas y generales, sino también de las prioridades económicas y sociales que revelan los problemas más urgentes que confrontan todos los sectores la población.
En la Venezuela de hoy, para enfrentar al gobierno que pretende imponernos un pensamiento único, que de lograrlo nos llevaría a una dictadura, se requiere de una gran amplitud y firmeza para tomar iniciativas, defender y difundir propuestas democráticas como las expresadas por la Comisión de la Unidad Democrática.
. Las primeras conclusiones dadas a conocer por la Comisión de Propuestas Programáticas de la Mesa de la Unidad Democrática, tienen la virtud de ser muy concretas y coincidentes con las aspiraciones de millones de venezolanos que sufren los efectos de la recesión económica, de la inflación, la intolerancia, la inseguridad y el desempleo, provocados por un gobierno de ineptos que han despilfarrado miles de millones de dólares provenientes del petróleo.
El deber de votar es ahora insoslayable para elegir una Asamblea Nacional plural, que impida que Chávez continúe violando la Constitución Nacional vigente e investigue, por ejemplo, los responsables de la pérdida de miles de toneladas de alimentos que se han podrido en los puertos controlados por el PSUV y los cubanos, y toda la corrupción que prolifera en las más altas esferas del régimen. Los venezolanos que defendemos la democracia como sistema político y forma de vida civilizada, estamos obligados a agotar los mecanismos constitucionales para lograr una solución pacífica y democrática a la presente crisis económica y social que ha creado el gobierno chavista, cada día más próximo a un desbarrancadero.
De allí que la campaña electoral, aunque lleve el peso de los candidatos a diputados, también debe ser responsabilidad de todos los venezolanos con un mínimo grado de conciencia ciudadana, y muy particularmente de los dirigentes sociales, de los partidos políticos y de la sociedad civil, con algún ascendiente entre los habitantes de cada uno de los circuitos electorales. Y para que la victoria democrática contra la marcha totalitaria de Hugo Chávez y el grupo estalinistas y oportunistas que le sigue, sea producto de la sociedad en su conjunto, hay que salir a votar y a defender el voto, tal como lo establece y manda la Constitución Nacional vigente desde 1999.

COLOMBIA HOY Y MAÑANA

Juan Páez Ávila

Las últimas elecciones realizadas en América Latina revelan una tendencia no sólo a la defensa de la democracia representativa, sino también una clara inclinación hacia la aprobación de políticas de centro, para no hablar de derecha democrática, que respeta la alternabilidad en el poder, la independencia de los poderes públicos y busca el progreso a través de importantes inversiones económicas del capital nacional e internacional.
El triunfo de Juan Manuel Santos, conocido o aceptado antes de que se escrutaran los votos de la segunda vuelta, ratifican un presente de seguridad democrática y abre una perspectiva de mayor firmeza en el combate a la guerrilla, el narcotráfico y el paramilitarismo, y de posible desarrollo económico sostenido en los próximos años en Colombia. El gobierno de Santos actuará con tanta o mayor consistencia que el de Uribe, contra el terrorismo y el tráfico de estupefacientes, casi como un mandato de los colombianos que con su votación ratifican la gestión del actual Presidente, a lo cual hay que agregarle la política de unidad nacional levantada como bandera del candidato victorioso.
La política de seguridad democrática se fortaleció con el rescate de 4 militares, un general, dos coroneles y un sargento que habían sido secuestrados por las FARC hacía aproximadamente 12 años, y la política de unidad nacional aumentará la confianza en el futuro de la economía de Colombia, que actualmente registra un crecimiento superior al 5% del producto interno bruto (PIB) y control de la inflación, que estimularán la inversión nacional e internacional, que a su vez generará un mejor empleo y un mayor bienestar de la población.
Ante esa incuestionable realidad el Presidente Electo, Juan Manuel Santos, ha invitado a sus vecinos Venezuela y Ecuador a reestablecer sus relaciones comerciales y diplomáticas en un marco de mutuo respeto e interés económico. Y aunque la respuesta ha sido favorable de los Presidentes Rafael Correa y Hugo Chávez, y hasta es posible que se inicien conversaciones oficiales, mientras no se aclare y se resuelva la supuesta presencia en territorio venezolano de campamentos de las FARC, según denuncia hecha por el todavía Presidente Uribe Vélez, ningún pronunciamiento diplomático, por muy contundente y habilidoso que se haga de parte y parte, alejará los peligros latentes de nuevas tensiones que, si no se controlan, podrían ir más de los micrófonos de radio y TV.
La fortaleza de Santos, apoyada por la inmensa mayoría de los colombianos y los Estados Unidos, debería llamar a la reflexión al Presidente Chávez, para no continuar dividiendo el país entre ¨revolucionarios¨ y ¨escuálidos¨, aunque tenga el respaldo de la Cuba de Fidel Castro, ya moribundo, y sin muchas garantías de que lo haga su hermano Raúl Castro.
Hugo Chávez tendrá que enfrentar a un nuevo jefe de Estado inclinado a tender puentes, tal como lo ha expresado en varias de sus intervenciones públicas como Presidente Electo, pero también capaz de endurecer sus políticas a extremos ya conocidos, nada tolerantes a las amenazas, dobles juegos e insultos de sus adversarios. Cualquier error de cálculo puede ser peligroso para las buenas relaciones y la paz en la región.
Frente a un Jefe de Estado de las características de Juan Manuel Santos, el Comandante Chávez, que cada día pierde más respaldo de los venezolanos y de la democracia internacional, deberá medir sus pasos con respecto al respaldo a las FARC e incluso a sus planes de extender su proyecto político al país vecino. En interés de todos, venezolanos y colombianos, el momento político es de cooperación y convivencia entre los dos gobiernos y las dos naciones.

domingo, 6 de junio de 2010

EL TRIUNFO DE SANTOS

Juan Páez Ávila

El triunfo de Juan Manuel Santos, duplicando a su rival más cercano, Antanas Mockus, en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia, cuando las encuestas pronosticaban un empate técnico, revela que en América Latina tiende a consolidarse una política de lucha frontal contra el terrorismo y el narcotráfico. Los pueblos aspiran buscar su progreso y bienestar en un clima de paz y convivencia civilizada, no más improvisaciones, frente a realidades críticas y difíciles de superar con espejismo aparentemente revolucionarios, cuando la experiencia nacional e internacional indica que es inútil repetir saltos al vacío, con impredecibles consecuencias.
Guiado por los porcentajes que obtuvo cada uno de los candidatos a la Presidencia de la República de Colombia en las elecciones del domingo pasado, no es aventurado afirmar que el próximo Jefe del Estado del vecino país será Juan Manuel Santos, quien dará continuidad a la política de seguridad democrática del actual Presidente Álvaro Uribe Vélez, seguramente con algunos matices propios de la personalidad política del ex –ministro de Hacienda y de Defensa, y orientada a mejorar las cifras de la economía nacional y de los niveles de vida de la población.
La realidad colombiana indica que la lucha contra el narcotráfico, la guerrilla y el para militarismo, con éxitos evidentes por parte del gobierno de Uribe y ejecutada por el propio Santos desde el Ministerio de la Defensa, se prolongará por algunos años, para poder colocarla en condiciones de negociar la paz en Colombia, objetivo máximo de todo político, especialmente gobernante, que aspire llevar a su país a un régimen de respeto a los derechos humanos, a una reconciliación civilizada, y a la consolidación de una sociedad apta para el progreso y la búsqueda del bienestar de la mayoría de su ciudadanos.
Si Juan Manuel Santos es capaz de combinar sus conocimientos de política militar con la política económica y social, con la cooperación del Vicepresidente Angelino Garzón, ex sindicalista y ex –ministro del Trabajo, Colombia podría convertirse en el mediano plazo en uno de los países de subcontinente iberoamericano, con mayor crecimiento y respetabilidad en el mundo globalizado que se hace irreversible, ineluctable, para enfrentar con éxito los desafíos del siglo XXI.
Y aunque en política no es muy aconsejable pronosticar el futuro, los pueblos, las naciones, pueden confiar en la experiencia de sus gobernantes, cuando éstos han demostrado no sólo vocación de poder, sino también talante democrático, firmeza en la defensa de sus políticas y conocimiento de los graves problemas económicos y sociales que tienen que contribuir a resolver en cualquier país del mundo, y particularmente en aquellos que como Colombia –y el nuestro, por ejemplo- que además de subdesarrollados, están amenazados por la violencia, expresada en el terrorismo y el narcotráfico, los más terribles males, morbos criminales que afectan la vida y la cultura democrática del globo.
Convocados a ejercer el derecho a la alternabilidad en el poder, a través de la elección del más alto cargo ejecutivo de la nación, los colombianos sufragaron mayoritariamente por el candidato que les garantizaba una mayor confianza en el futuro, a partir de un presente de seguridad democrática y desarrollo económico sostenible, que les ofrecía Juan Manuel Santos, economista actualizado y político sagaz, duro y conciliador según las circunstancias.

viernes, 28 de mayo de 2010

LAS PRIMARIAS DEL PSUV

Juan Páez Ávila

Con la derrota de la mayoría de los actuales diputados del PSUV en la Asamblea Nacional, en las elecciones primarias el domingo 1º de mayo, quedó patente el descontento de la base de ese Partido con la actuación de unos parlamentarios que se han limitado a levantar la mano o a pronunciar un breve discurso para aprobar las leyes enviadas desde Miraflores, con la impronta o el sello de los asesores cubanos
Sin testigos en las mesas ni en el Centro de Totalización del CNE, la mayoría de los candidatos electos en lo que para ellos debería ser un ejercicio democrático, las elecciones del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) no sólo se redujeron a un 20% de los militantes, sino que no fue posible evitar la intervención de las máximas autoridades de la Administración Pública –según denuncia de algunos militantes que defendían el Reglamento Interno que lo prohibía- sino que también deben admitir los resultados finales que les anuncie la cúpula de un CNE controlado por el Comandante en Jefe, quien tiene la potestad o el poder para seleccionar los candidatos por lista.
Cualquiera sean los resultados finales, a muchos militantes y observadores no les quedarán dudas de que el gran elector sigue siendo su Comandante en Jefe, quien utilizará la lupa para garantizarse aquellos candidatos, hayan obtenido o no mayoría en las primarias, que considere leales hasta el final, en un momento en que el gobierno atraviesa serias dificultades, que como la inflación, la inseguridad, la importación de más del 70% de los alimentos que se consumen en el país, que produce empleos en otros países y no en el nuestro, más la incapacidad para poner a producir las empresas estatizadas, la corrupción desenfrenada y la liquidación del aparato productivos nacional, pueden agravarse.
De allí que no es una exageración deducir que el descontento se pueda extender también a sectores de la militancia y dirigencia del PSUV a escala nacional, que puedan sentirse discriminados y sobre todo burlados al ser sustituidos por los amigos más cercanos del Presidente, como sucedió con el superministro Diosdado Cabello, que quedó como suplente en las elecciones para dirección del partido, y posteriormente fue colocado como Vicepresidente por el Comandante en Jefe.
Pero tal vez lo más grave –para el hiperlíder- que puede sobrevenirle en los próximos meses, sea la mayor desconfianza de los militantes del PSUV, acerca de la capacidad del gobierno para superar la crisis económica y social, no obstante los altos precios del petróleo, que puede generar una crisis política, por el aumento de las deserciones, muchas de las cuales irían al PPT, pero otras podrían coger las calles para protestar por el incumplimiento de las promesas y hasta del Reglamento Interno para las primarias. Otros callarán y se retirarán a sus casas a disfrutar los dividendos que hayan podido obtener del tráfico del influencia, de un negociado conocido por el Comandante en Jefe, cuyos expedientes ocupan un lugar adecuado, en Miraflores, para utilizarlos también en el momento adecuado, si a alguno se le ocurre saltar la talanquera.
Listos los contendores de ambos bandos, el gobierno y la alternativa democrática, nos acercamos a un combate desigual por el ventajismo de los candidatos del oficialismo, aunque con plomo en el ala, buscando la representación del gobierno y no del pueblo soberano, frente a unos candidatos que buscan un alternativa democrática para frenar la tendencia autoritaria de Hugo Chávez, e impedir que en el país se instaure una dictadura. Si la opinión de los electores expresada hoy en las últimas encuestas, se mantiene en los próximos meses, asistiremos a la primera gran derrota del proyecto totalitario de Chávez, el 26 de septiembre.

LA DEVALUACIÓN DEL S, E.

LA DEVALUACIÓN

DEL SISTEMA EDUCATIVO

Juan Páez Ávila

Durante algo más de una década de gobierno del Presidente Hugo Chávez, la educación concebida constitucionalmente como democrática, fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento universal, con la finalidad de formar un ciudadano capaz de desarrollar en libertad todo su potencial creativo, científico, humanístico y tecnológico, no sólo se ha venido devaluando en su esencia humana, ética y solidaria con los procesos de transformación social, sino que también ha desvinculado todo el sistema educativo de los avances alcanzados por las sociedades modernas, que duplican cada dos años el conocimiento universal.
El sistema educativo y la educación como derecho humano y deber social, han sido sometidos a profundas y peligrosas deformaciones, por los intentos tanto legislativos como ejecutivos, de ponerlos al servicio de una política parcializada y dogmática que le permita al gobierno imponer un pensamiento único que obedezca a las directrices del Jefe del Estado, convertido en un autócrata, con clara tendencia totalitaria y militarista. Para que la educación cumpla con el mandato constitucional de ser un derecho humano, y por lo tanto fundamentalmente democrático, tiene que desarrollarse en un sistema educativo que incluya a todos los sectores de la sociedad en un esfuerzo colectivo, nacional, para impartir un conocimiento universal, que oriente libremente al educando y no lo obligue a ser receptor de verdades elaboradas para justificar un determinado sistema de gobierno.
Para cumplir con este objetivo antidemocrático, el Ministerio de Educación ha puesto en práctica una política de recursos humanos, tendiente a nombrar maestros mediante contratos, para obligarlos a seguir lineamientos supuestamente revolucionarios, deslizando amenazas de destitución, manu militari, o sea sin previo expediente que justifique la remoción, con lo cual también viola la Ley de Trabajo y la propia Ley de Educación que garantizan estabilidad en el ejercicio del cargo, excepto que el educador cometa faltas o delitos tipificados como causales de destitución, demostradas en un juicio laboral. Al negarle a los maestros el derecho a concursar, para que puedan demostrar sus méritos y competencia, no solo lo mantienen a disposición de supervisores, que realizan funciones de comisarios políticos, sino que también degradan la función magisterial y todo el sistema educativo, con graves consecuencias para los educandos y para el país que no logra formar profesionales y técnicos capaces de contribuir al desarrollo y bienestar de la población.
El currículo es otro instrumento empleado por el Ministerio de Educación para tratar de controlar la mente de los educandos, con lo cual también violan expresas disposiciones de la Ley de Educación, aprobada como para exhibir una teoría que no están dispuestos a cumplir, aunque en algunos casos han actuado con absoluta brutalidad y prepotencia para intimidar especialmente a los educadores. Y sino han avanzado más es porque el gremio de maestros y profesores formados en una larga lucha democrática a través de varias décadas anteriores al autoritarismo chavista, han resistido cívica y valientemente; y en particular las asociaciones de padres y representantes, que han dado demostraciones de firmes decisiones para que su hijos no sean arrastrados tras consignas y dogmas anacrónicos.
Otro aspecto que revela la devaluación del sistema educativo es lo relacionado con la calidad de la enseñanza. Hoy el Ministerio de Educación improvisa maestros y profesores que respondan a la ideología del Jefe del Estado, y el Ministerio de Educación Universitaria ha creado universidades dependientes de ese Despacho, nombrando igualmente miles de profesores sin previo concurso, entre quienes posiblemente se encuentran muchos de grandes méritos profesionales, pero la mayoría confiesa su apoyo al llamado socialismo del siglo XXI, o no ingresa. El cerco económico y las agresiones a través de bandas paramilitares a las Universidades Autónomas, es algo nunca ocurrido en nuestro país, desde la caída del último dictador militar, General Marcos Pérez Jiménez. La autonomía con la que han actuado en el mundo, universidades públicas y privadas, no sólo ha permitido desarrollar una educación de calidad, sino que también importantes laboratorios donde se crean nuevos conocimientos. De allí que en la Venezuela de hoy, ante el fracaso en gran parte de la educación pública a niveles de primaria y secundaria, muchos padres y representantes hacen grandes esfuerzos para enviar sus hijos a los colegios privados, incluso en el nivel universitario, si exceptuamos las universidades autónomas.
Y si todo lo expuesto no fuera suficiente para concluir que el sistema educativo atraviesa un grave proceso de devaluación, las cifras del Ministerio de Educación indican que desde el año escolar 2004-2005, cuando se atendieron 11.618.747 en todos los niveles de la educación, el descenso en la matrícula es alarmante, en el 2009 apenas se mantienen en el aparato educativo 6.899.197 niños y jóvenes. Y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) registra que hay un total de 5.251.837 niños en edad comprendida entre 0 y 8 años, de los cuales 2.236.928 están fuera del sistema educativo. Unos 100.000 niños emigran hacia los colegios privados, a donde también envían sus hijos los altos funcionarios gubernamentales, en la búsqueda, sin lugar a dudas, de una mejor educación. De allí que el fracaso del sistema educativo en los últimos 10 años es tanto en calidad como en cantidad.
Especialistas en investigación de la marcha del sistema educativo, como el Profesor Robert Rodríguez, de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) revelan que aproximadamente un millón de jóvenes queda fuera de la transición escolar del sexto al séptimo grado, por falta de cupos. Calcula que hay déficit de 5.000 planteles para atender la demanda, no obstante que a través del Plan Excepcional Simón Bolívar, entre los años 2006 y 2008, el Ejecutivo erogó 5.5 millardos de bolívares para construir y reparar 3 planteles, cuyos resultados no se conocen en toda su magnitud, sin que la Contraloría Social ni la Contraloría General de la República informen acerca de la transparencia y efectividad de esa inversión.
Para revertir el proceso de devaluación del sistema educativo en nuestro país, se requiere un cambio en la política educativa que ha venido ejecutando el gobierno del Presidente Hugo Chávez, lo cual parece inviable antes de las elecciones legislativas y para Presidente de la República, y ello sólo estaría garantizado si después de un cambio en la conducción del Estado, se logra el concurso de todos los sectores interesados e involucrados en el proceso educativo, para diseñar un nuevo sistema educativo, que comprenda, entre otras políticas:
1) Respetar y ejecutar todo lo establecido en la Constitución vigente, en lo tocante a la educación como derecho humano, en un contexto democrático y plural, abierto a todas las corrientes del pensamiento universal.
2) Delinear un sistema de selección y formación de maestros y profesores, idóneos tanto para el ejercicio del magisterio, como para la dirección de escuelas y liceos mediante concursos, a quienes debe facilitárseles su actualización de conocimientos y realización de postgrados en el país y en el exterior. Todo el sistema debe ser evaluado periódicamente, con sentido pedagógico, científico, tecnológico y humanístico.
3) Recuperar y ampliar la planta física de escuelas, liceos y universidades, y mejorar sustancialmente las condiciones de trabajo de los docentes, empleados y obreros, incluyendo mejores sueldos y beneficios sociales, acordes con la alta misión que desempeñan.
4) Reestablecer la descentralización de competencias, recursos y servicios educativos a gobernaciones y alcaldías.
5) Recuperar el Instituto de Cooperación Educativa (INCE) para garantizar capacitación para el trabajo a centenas de miles de jóvenes que están fuera del sistema educativo o lo han abandonado, dándole facilidades para que culminen sus estudios de primaria o secundaria, según el caso.
6) Elevar el Presupuesto de Educación a los niveles recomendados por la UNESCO, 7% del Producto Interno Bruto (PIB).
7) Estimular y apoyar la meritocracia entre los alumnos, con un sistema de becas acorde con el costo de la vida.
8) Respetar estrictamente la autonomía universitaria y establecer un cronograma para que todas las universidades experimentales dependientes del Ministerio de Educación se conviertan en autónomas.
9) Respaldar toda iniciativa tendiente a la consolidación de la educación privada, en las mismas condiciones de la educación pública.
10) Realizar todas las inversiones y crear todas las condiciones para impulsar una educación de altísima calidad.

DEMOCRACIA O BARBARIE

Juan Páez Ávila

El debilitamiento, y en algunos casos la liquidación, de las instituciones fundamentales de la democracia, la violación frecuente, y en algunos países permanentemente, de las leyes, es decir, la inobservancia de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales firmados por la mayoría de los países del universo, colocan a varias naciones en la vía hacia el totalitarismo.
Como un alerta sobre los peligros que corre la democracia en el mundo de hoy, especialmente en Latinoamérica, Fernando Mires acaba de entregar a sus lectores, el último o uno de sus últimos libros, Democracia o Barbarie, en el que examina las variantes y modalidades políticas que los partidarios de las dictaduras del caudillismo decimonónico y del capitalismo de Estado del siglo XX, utilizan para intentar liquidar la democracia e imponer la barbarie personalista, militarista y dictatorial.
Sin que sea algo nuevo, porque durante la primera mitad del siglo XX, el fascismo en Italia y el nacionalsocialismo en Alemania, emergieron a través de una fachada electoral y un lenguaje democrático, para establecer feroces dictaduras, derrotadas sólo por los Aliados al final de la Guerra Mundial. En América Latina y en el Tercer Mundo se corre el riesgo de una regresión a la barbarie, si las fuerzas democráticas no son capaces de unirse en la defensa del imperio de la Ley nacional y de todos lo convenios internacionales que tienen como mandato el respeto a los Derechos Humanos y en general a la preservación de la democracia.
Y aunque Mires destaca la derrota del fascismo, del nazismo y del comunismo y su difícil retorno con crímenes masivos y campos de concentración, observa y analiza con la perspicacia del investigador social y del filósofo y pensador político, los intentos de destrucción de las libertades públicas y de la propiedad privada para dar paso a un capitalismo de Estado que no sólo fracasó en la Europa comunista, sino que también llenó de pobreza y miseria a millones de personas, que si no quedaron desempleados, ganaban salarios de hambre.
En este aspecto no hay dudas que nuestro país queda claramente reflejado. El Presidente de la República, Hugo Chávez, cree que sus políticas económicas y sociales pueden resucitar el socialismo soviético del siglo XX, con el nombre de socialismo del siglo XXI, pero empuja a la sociedad venezolana hacia la eliminación de la independencia de los poderes públicos, concentrándolos todos sus manos, la conformación del capitalismo de Estado, a la cubana, con su secuela de improductividad y pobreza, bajo la égida de una dictadura con más de cincuenta años de persecución, cárcel y exilio.
La judicialización de la política, con el enjuiciamiento, persecución, exilio forzoso o la inhabilitación para postularse a algún cargo de elección popular, de los adversarios políticos del régimen, sobre todo cuando tienen posibilidades de derrotar a los candidatos del oficialismo, son indicadores muy evidentes de la tendencia totalitaria del gobierno de Hugo Chávez, que además de ser denunciados, deben enfrentarse con coraje y firme decisión democrática.
La alerta de Mires llama a los venezolanos a actuar unidos alrededor de una Alternativa Democrática en las elecciones para la Asamblea Nacional, el 26 de Septiembre. Su libro Democracia o Barbarie merece la más amplia recomendación para los demócratas del país, especialmente para quienes tienen la responsabilidad de la conducción de la política nacional, regional y local, en estos tiempos turbulentos y decisivos para el futuro de la democracia venezolana, e incluso Latinoamericana..

sábado, 1 de mayo de 2010

EL BICENTENARIO

EL BICENTENARIO
Juan Páez Ávila
La confiscación del Bicentenario del 19 de Abril de 1810, por parte del gobierno de Hugo Chávez, para darle un sentido fundamentalmente militar al primer gran momento que señalaría el rumbo de lo que sería nuestra Historia Republicana, no cambia el verdadero carácter cívico de una fecha gloriosa de los patricios caraqueños y de los pardos, incluidos para reflejar la unión de todos los habitantes de la ciudad que decidieron comenzar a ejercer los derechos universales de hombre y del ciudadano, que en otras partes del mundo lo había logrado mediante la lucha contra las monarquías y la tiranías de la época.
La celebración de los 200 años de la primera manifestación cívica los caraqueños, encabezados por el Cabildo de la ciudad, para solicitarle la renuncia al Capitán General Vicente Emparan, la cual aceptó, y se embarcó para España, el 19 de abril de 1810, nos encuentra a los venezolanos profundamente divididos. Por un lado, el Presidente de la República convoca a un desfile militar, mientras gran parte de la ciudadanía y en particular nuestros más importantes historiadores invitan a celebrar dicho bicentenario, como una gesta de los principales representantes de la sociedad civil de la época, que un año más tarde, una vez proclamada la independencia de la Corona de España, asumieron su defensa en los campos de batalla.
La acción militar se hizo presente y necesaria, en la mayoría de los casos heroica, no sólo después del 19 de Abril de 1810, sino y sobre todo después del 5 de Julio de 1811, cuando los mismos ciudadanos del año anterior, incluyendo algunos militares, como Francisco de Miranda, de reconocida actuación en diferentes batallas internacionales, dieron el paso definitivo de proclamarse independientes y desafiar el poderío militar que habían recuperado los Reyes españoles. Y aunque la improvisación de la mayoría de los militares que se alistaban con una gran voluntad y espíritu patriótico, pero sin conocimiento de las técnicas y estrategias de la guerra, condujo al General Francisco de Miranda a capitular y por lo tanto a la pérdida de la Primera República, esa mayoría de civiles volvió a la guerra conducidos por Simón Bolívar, se entrenaron y se formaron como jefes militares en los campos de batalla, hasta derrotar a los caudillos y generales españoles al servicio de la Monarquía de esa potencia de ese tiempo.
Todo lo dicho tiene como finalidad reconocer la preponderancia del poder civil sobre el militar durante los pronunciamientos independentistas de 1810 y 1811, sin negar el rol fundamental de nuestros libertadores en los campos de batalla, con posterioridad a la decisión política de constituir una república soberana, cuyas bases doctrinarias están establecidas en la Constitución Nacional de 1811, en cuyo texto también nos legaron los patricios y los pardos, algunos indios y algunos esclavos reclutados e incorporados al Ejército Libertador de esa época, un régimen de profundo contenido democrático, igualitario y libertario.
Para resumir, nuestros fundadores de la República de Venezuela se inspiraron en las constituciones de los Estados Unidos de Norteamérica y de la Francia revolucionaria, no bonapartista, no militarista. Y aunque nadie puede negar el papel de los militares en la guerra para consolidar la independencia, que fue una consecuencia de la Declaración y la decisión de ser libres, pronunciada y firmada por los miembros del Congreso de 1811, no se puede admitir impunemente que se tergiverse la historia para satisfacer las ambiciones personalistas, autocráticas y militarista del Presidente de la República, cuyo mandato debe finalizar en el 2012, constitucionalmente, sin ningún acto heroico. Y algo más que demuestra la firme decisión de alcanzar la libertad, por parte de los dirigentes de los mantuanos y de los pardos, es que la mayoría de ellos, civiles, se convirtieron en militares para garantizar la obra independentista. De allí que en la actuación definitiva de la División de Caballería para ganar la Batalla de Carabobo, estuviera comandada por el General José Antonio Páez, antiguo peón de hacienda que ganó sus laureles en los campos de guerra, después de abandonar la escardilla con la que labraba la tierra, para tomar en sus manos y sobre un caballo, una lanza, con la que dio muerte a muchos de los representantes de la Monarquía y de la tiranía, hasta su triunfo final.

PRIMARIAS Y CONSENSO

Juan Páez Ávila

Al completar 163 candidatos unitarios, con la realización de la elecciones primarias, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), para políticos y analistas de gran experiencia, alcanzó o produjo el hecho político más importante del momento crítico que atraviesa el país, y le abre un claro camino a la victoria de la Alternativa Democrática en las elecciones del 26 de septiembre.
El éxito de las elecciones primarias para escoger 22 candidatos a diputados a la Asamblea Nacional, de la Alternativa Democrática, se puede considerar no sólo como el primer paso importante para que el electorado participe directamente en la selección de sus candidatos, sino también como un ejemplo de que la Mesa de la UNIDAD DEMOCRÁTICA acertó al aprobar unas regalas en las que se contemplan varios métodos o formas de elección, para consolidar la unidad de decenas de partidos políticos, organizaciones no gubernamentales (ONG) y gremios estudiantiles y profesionales.
Las reservas de muchos observadores e incluso veteranos de otrora frustraciones en contiendas internas, para escoger candidatos por el método de las primarias, no sólo por el costo de las mismas, sino también, y esto era lo más grave, por la descalificaciones de los candidatos entre sí, que al final los resultados dejaban más heridas y resentimientos políticos, que ponían en peligro la Unidad de los partidos, fueron disipadas. Y aunque es posible que las primarias celebradas el domingo pasado, deje alguna estela de disgustos en aquellos que no resultaron ganadores, el objetivo de la Unidad para concurrir a las elecciones convocadas por el CNE para el 26 de septiembre, obligará a superar los mementos difíciles que conlleva toda derrota.
Este importante eslabón en lo que debe ser una cadena de éxitos en el futuro inmediato, hasta la elección del Presidente de la República en el 2012, requiere de una profundización de la conciencia democrática, que se extienda a otros sectores de la sociedad que históricamente se han negado a votar, y que convenza a importantes grupos e individualidades del chavismo, acerca de la sinceridad y firmeza para defender una política de reconciliación nacional, de respeto a los derechos del adversario y de búsqueda de un clima político para trabajar juntos por el bienestar de la mayoría de la población, golpeada por la inflación, la inseguridad, el desempleo y la falta de vivienda, y de todos los derechos individuales y sociales que establece la Constitución de 1999.
Y como la democracia se construye todos los días, con el ejemplo y el actuar políticos, la mesa parece servida, pero el mandado no está hecho todavía, se requiere consolidar la unidad, en un sistema de relación civilizada, como el que ha imperado en la oposición, que la ha convertido en Alternativa Democrática. Los inevitables descontentos individuales porque perdieron en las primarias o no fueron seleccionados por consenso, deben incorporarse a la campaña por el triunfo de los candidatos ya elegidos mediante las reglas aprobadas por unanimidad de los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática. Si alguien se postula por iniciativa propia, por ambición personal, será duramente castigado por los electores.