miércoles, 25 de febrero de 2009

DESAFIO MUNDIAL

Juan Páez Ávila

La decisión del Presidente de la República de negarle la prórroga de la concesión radioeléctrica a RCTV y otorgársela a otras plantas televisoras, una pública y otra privada, no sólo constituye una política de discriminación por parte del Estado venezolano, sino también una violación a los Derechos Humanos que ya ha tenido una repercusión y un rechazo del mundo democrático nacional e internacional.
En Venezuela más del 80% de la población, según las encuestas conocidas, ha manifestado su desacuerdo con la resolución oficial y por primera vez en las manifestaciones antigubernamentales se ha visto la presencia mayoritaria de jóvenes y de gente de los sectores populares. La medida política dirigida a castigar la política editorial de los dueños del canal de televisión, terminó afectando a centenares de miles y tal vez millones de venezolanos que en diferentes oportunidades han expresado sus preferencias por la programación de RCTV, y así lo han ratificado en su asistencia a las marchas de protesta contra el cierre de esa planta televisora. De allí que la batalla, a la que ha llamado el Presidente Chávez en su jerga militar, la ha ganado al imponer el cierre del canal, pero la ha perdido en el sentimiento popular. Incluso frente a la estratagema jurídica, a pesar de la evidente parcialización del TSJ al negarle amparo a RCTV y por lo contrario confiscarle sus equipos para que pueda salir al aire el canal del gobierno, los afectados tienen la instancia internacional, que por lo descarado de la actuación del Ejecutivo y del Poder Judicial venezolanos, es casi seguro que le dará la razón a la planta televisora.
Consciente o inconscientemente el Presidente de la República se creó un delicado o grave problema que tiene que resolverse en los organismos internacionales, en los que su voluntad de Jefe Único no tiene la misma influencia o la solidaridad que disfruta en y del TSJ. Y aunque ha venido recibiendo respaldo de algunos Presidentes latinoamericanos para algunas de sus políticas como la energética, en la que Venezuela pone la materia prima y ha gastado más de 13.000 millones de dólares en ayudas, sus aliados del MERCOSUR se negaron a respaldar la medida contra RCTV. Hoy la victoria del Presidente Chávez no es definitiva. Lo que pase en la OEA y la repercusión en su gobierno lo veremos en los próximos meses.

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