miércoles, 15 de abril de 2009

LA INTOLERANCIA PRESIDENCIAL

Juan Páez Ávila

La reacción intolerante del Presidente Chávez ante las palabras del Cardenal Castillo Lara en la homilía durante la misa para recibir la Divina Pastora en la Catedral de Barquisimeto, en vez de desmentir con hechos la afirmación del alto prelado de Iglesia Católica de que su gobierno comienza a mostrar visos de dictadura, lo que hizo fue confirmar los temores o denuncia del ilustrísimo y ya retirado Cardenal.
La indignación del Comandante Chávez no es propia de un Jefe de Estado democrático, que está obligado a garantizarle a todos los ciudadanos el derecho a expresar libremente su pensamiento, especialmente cuando no coincide con el suyo. Y aunque el Presidente también tiene derecho a rebatir la opinión de quienes le adversan, no puede descalificarlos acusándolos de desestabilizadores, porque queda al descubierto su carencia de argumentos y su tendencia autoritaria. ¿Cómo desmentir al Cardenal Castillo Lara amenazándolo con la cárcel que es el destino de todos los desestabilizadores, y la vocación de todos los regímenes dictatoriales?
El emplazamiento a la jerarquía de la Conferencia Episcopal para que desmienta al Cardenal Castillo Lara porque expresa una opinión personal como cualquier ciudadano venezolano en ejercicio de sus derechos constitucionales, envuelve otra amenaza contra toda la Iglesia, que ha dado recientes demostraciones de estar dispuesta a dialogar y a ser puente entre gobierno y oposición para evitar una mayor polarización política.
Y si el Cardenal Castillo Lara puede ser censurado por utilizar un acto de fe cristiana de venezolanos de distintos credos políticos ¿qué decir del Alcalde de la ciudad que la llenó de pancartas con su imagen, especialmente a lo largo de la avenida por donde pasaba la manifestación religiosa, alusivas a su gestión política?
El Presidente Chávez, en su última alocución, también le dio la razón al Cardenal Castillo Lara, cuando expresó su intención -si pudiera- de fusilar a algunos corruptos, a quienes sólo debe aplicarles la ley y llevarlos a la cárcel, aunque tenga que construir muchas más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario