sábado, 14 de noviembre de 2009

NOBEL PARA OBAMA

Juan Páez Ávila
El Premio Noble, en cualquiera de sus especialidades, siempre ha generado en algunas individuales que se consideran con méritos ganarlo y no lo han logrado, algunas críticas sin mayores repercusiones, pero hay que casos que por intereses políticos o posiciones ideológicas, han provocado un escándalo a escala internacional.
El otorgamiento del Premio Nobel de la Paz, 2009, al Presidente Barak Obama, además de provocar varias lecturas por analistas y políticos simpatizantes o adversarios del Jefe del Estado norteamericano, ha tenido una repercusión mundial como ningún otro premio de esta naturaleza, ya que el galardonado tiene la responsabilidad de conducir a la todavía primera potencia mundial, en un momento histórico muy complejo y difícil de preservar la paz, cuando hay gobiernos que instrumentan programas para construir nuevas armas atómicas.
Y lo más grave, que hace más complicado el período que le toca presidir a Barak Obama, es que algunos de esos gobernantes, aunque están vigilados por los firmantes del Tratado Mundial contra la proliferación de armas nucleares, amenazan a otras naciones con hacerlas desaparecer del mapa. De allí que lo más espinoso del camino por recorrer del Presidente de los Estados Unidos es la proliferación del terrorismo, defendido por algunos jefes de gobierno en nombre de una democracia en la cual no creen, ni practican de acuerdo con sus postulados fundamentales del pluralismo, el respeto a los Derechos Humanos y la tolerancia política.
Pero, entre las repercusiones verdaderamente históricas que ha generado el otorgamiento del Nobel al Presidente Obama, además los méritos que le han reconocido quienes valoran su llamado al diálogo con el mundo islámico, entre israelitas y palestinos, incluso entre Zelaya y Micheletti y no l invasión a ese pequeño país, están que personalidades políticas que lo adversan como Fidel Castro lo celebre como positivo, y Mijail Gorvachov lo considere como una esperanza para humanidad que cree sinceramente en paz mundial.
La alineación de quienes prohíjan o apoyan el terrorismo, contra la entrega del Nobel de la Paz a Obama, es también una consecuencia importante de ese hecho, como para que nadie se llame a engaño frente a quienes son los auténticos promotores de la violencia en nuestra época. Una cosa comprensible son las reservas que pueden tener algunos analistas o políticos, con relación a que el Presidente de los Estados Unidos apenas comienza su período e incluso se habla de una posible reelección y eso significa muchos años por recorrer, y otra es negarle méritos a hombre que ha impactado al mundo democrático con sus mensajes de reconciliación, de crítica y autocrítica por las responsabilidades mutuas en conductas censurables, por guerras y conflictos sociales provocados por los Estados Unidos y los demás países del globo.

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