sábado, 1 de mayo de 2010

ELECCIONES EN LA UCLA

Juan Páez Ávila

La presión del Ministro de Educación Universitaria, para que las autoridades de la UCLA suspendan el proceso electoral, convocado de acuerdo a lo establecido en la Ley de Universidades vigente, tiene como finalidad, además de obligarlos a cometer un delito de usurpación de funciones, porque una medida de esta naturaleza le corresponde tomarla a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, crear un vacío poder para intervenirla y nombrar a dedo las nuevas autoridades.
Las autoridades cuyo período finaliza el 14 de mayo del presente año, encabezadas por el Rector Francesco Leone, y la Comisión Electoral respectiva, han procedido ajustados estrictamente a la legislación vigente, al convocar las elecciones en el plazo fijado por la Ley de Universidades, respetando la representación proporcional de los estudiantes. Pretender que se suspendan dichas elecciones, para aplicar una proporcionalidad de estudiantes establecida en términos generales, en la Ley Orgánica de Educación, no procede legalmente, tal como lo ha expuesto el Consultor Jurídico de la UCLA, porque la Asamblea Nacional no ha derogado la Ley de Universidades.
De allí que a la comunidad universitaria no sólo la asiste la legalidad vigente, sino también la condición autónoma de la Universidad, que es lo que en el fondo quiere eliminar el gobierno a través del Ministro de Educación Universitaria, procediendo de una manera, primero, demagógica de ofrecerle a los estudiantes una paridad de 1 voto estudiantil por uno de los profesores, cuando los propios estudiantes saben que el número de docentes es mucho menor que el del alumnado, y la universidad perdería su carácter académico. Y aunque la experiencia de las últimas elecciones estudiantiles demuestra que la mayoría de los estudiantes repudia el régimen autoritario, personalista y militarista que Hugo Chávez pretende imponerle a los venezolanos, y en unas elecciones para escoger las autoridades de la Universidad no votarían por los candidatos del oficialismo, deben acompañar a las autoridades actuales en su decisión de no violar la Ley.
El proceso electoral debe continuar y no sólo la comunidad universitaria debe apoyarlo, sino también la comunidad larense y centrooccidental, a la que ha servido la UCLA con esmero y capacidad científica y tecnológica, para graduar profesionales altamente preparados para el ejercicio de diferentes disciplinas del saber humano, actualizado, que les ha garantizado su éxito y progreso personal y familiar. Y si el Ministro de Educación Universitaria decide intervenir la UCLA, todos los larenses que conocemos la excelente labor cumplida por sus profesores y autoridades, debemos denunciar la arbitrariedad y resistir pacíficamente la brutalidad de la fuerza militar o policial que puedan utilizar. Cualquier elección, en las condiciones en que las convoquen en el futuro inmediato, de consumarse la intervención, debe encontrar unida a la sociedad larense, para participar en apoyo a los auténticos académicos que hoy han dirigido la Universidad y aspiran continuar al frente de la misma, para mejorarla, actualizarla de acuerdo al ritmo de la producción de nuevos conocimientos que se generan en el mundo civilizado.
La conciencia crítica y la cultura universitarias no podrán ser sometidas por las amenazas del Ministro de presentarse el día de las elecciones a paralizar el proceso electoral, aunque la tome con una patota de paramilitares. El país democrático, los larenses democráticos no claudicarán ante la violencia oficialista. Pacífica y electoralmente el autoritarismo será derrotado. Por más demagogia que han hecho para manipular a los estudiantes, la mayoría de éstos no han apoyado ni apoyarán a los violentos, que quieren imponer por la fuerza un pensamiento único. La Universidad democrática, plural y autónoma seguirá siendo el ideal de los venezolanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario