viernes, 28 de mayo de 2010

DEMOCRACIA O BARBARIE

Juan Páez Ávila

El debilitamiento, y en algunos casos la liquidación, de las instituciones fundamentales de la democracia, la violación frecuente, y en algunos países permanentemente, de las leyes, es decir, la inobservancia de la Constitución Nacional y de los tratados internacionales firmados por la mayoría de los países del universo, colocan a varias naciones en la vía hacia el totalitarismo.
Como un alerta sobre los peligros que corre la democracia en el mundo de hoy, especialmente en Latinoamérica, Fernando Mires acaba de entregar a sus lectores, el último o uno de sus últimos libros, Democracia o Barbarie, en el que examina las variantes y modalidades políticas que los partidarios de las dictaduras del caudillismo decimonónico y del capitalismo de Estado del siglo XX, utilizan para intentar liquidar la democracia e imponer la barbarie personalista, militarista y dictatorial.
Sin que sea algo nuevo, porque durante la primera mitad del siglo XX, el fascismo en Italia y el nacionalsocialismo en Alemania, emergieron a través de una fachada electoral y un lenguaje democrático, para establecer feroces dictaduras, derrotadas sólo por los Aliados al final de la Guerra Mundial. En América Latina y en el Tercer Mundo se corre el riesgo de una regresión a la barbarie, si las fuerzas democráticas no son capaces de unirse en la defensa del imperio de la Ley nacional y de todos lo convenios internacionales que tienen como mandato el respeto a los Derechos Humanos y en general a la preservación de la democracia.
Y aunque Mires destaca la derrota del fascismo, del nazismo y del comunismo y su difícil retorno con crímenes masivos y campos de concentración, observa y analiza con la perspicacia del investigador social y del filósofo y pensador político, los intentos de destrucción de las libertades públicas y de la propiedad privada para dar paso a un capitalismo de Estado que no sólo fracasó en la Europa comunista, sino que también llenó de pobreza y miseria a millones de personas, que si no quedaron desempleados, ganaban salarios de hambre.
En este aspecto no hay dudas que nuestro país queda claramente reflejado. El Presidente de la República, Hugo Chávez, cree que sus políticas económicas y sociales pueden resucitar el socialismo soviético del siglo XX, con el nombre de socialismo del siglo XXI, pero empuja a la sociedad venezolana hacia la eliminación de la independencia de los poderes públicos, concentrándolos todos sus manos, la conformación del capitalismo de Estado, a la cubana, con su secuela de improductividad y pobreza, bajo la égida de una dictadura con más de cincuenta años de persecución, cárcel y exilio.
La judicialización de la política, con el enjuiciamiento, persecución, exilio forzoso o la inhabilitación para postularse a algún cargo de elección popular, de los adversarios políticos del régimen, sobre todo cuando tienen posibilidades de derrotar a los candidatos del oficialismo, son indicadores muy evidentes de la tendencia totalitaria del gobierno de Hugo Chávez, que además de ser denunciados, deben enfrentarse con coraje y firme decisión democrática.
La alerta de Mires llama a los venezolanos a actuar unidos alrededor de una Alternativa Democrática en las elecciones para la Asamblea Nacional, el 26 de Septiembre. Su libro Democracia o Barbarie merece la más amplia recomendación para los demócratas del país, especialmente para quienes tienen la responsabilidad de la conducción de la política nacional, regional y local, en estos tiempos turbulentos y decisivos para el futuro de la democracia venezolana, e incluso Latinoamericana..

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