viernes, 28 de mayo de 2010

LA DEVALUACIÓN DEL S, E.

LA DEVALUACIÓN

DEL SISTEMA EDUCATIVO

Juan Páez Ávila

Durante algo más de una década de gobierno del Presidente Hugo Chávez, la educación concebida constitucionalmente como democrática, fundamentada en el respeto a todas las corrientes del pensamiento universal, con la finalidad de formar un ciudadano capaz de desarrollar en libertad todo su potencial creativo, científico, humanístico y tecnológico, no sólo se ha venido devaluando en su esencia humana, ética y solidaria con los procesos de transformación social, sino que también ha desvinculado todo el sistema educativo de los avances alcanzados por las sociedades modernas, que duplican cada dos años el conocimiento universal.
El sistema educativo y la educación como derecho humano y deber social, han sido sometidos a profundas y peligrosas deformaciones, por los intentos tanto legislativos como ejecutivos, de ponerlos al servicio de una política parcializada y dogmática que le permita al gobierno imponer un pensamiento único que obedezca a las directrices del Jefe del Estado, convertido en un autócrata, con clara tendencia totalitaria y militarista. Para que la educación cumpla con el mandato constitucional de ser un derecho humano, y por lo tanto fundamentalmente democrático, tiene que desarrollarse en un sistema educativo que incluya a todos los sectores de la sociedad en un esfuerzo colectivo, nacional, para impartir un conocimiento universal, que oriente libremente al educando y no lo obligue a ser receptor de verdades elaboradas para justificar un determinado sistema de gobierno.
Para cumplir con este objetivo antidemocrático, el Ministerio de Educación ha puesto en práctica una política de recursos humanos, tendiente a nombrar maestros mediante contratos, para obligarlos a seguir lineamientos supuestamente revolucionarios, deslizando amenazas de destitución, manu militari, o sea sin previo expediente que justifique la remoción, con lo cual también viola la Ley de Trabajo y la propia Ley de Educación que garantizan estabilidad en el ejercicio del cargo, excepto que el educador cometa faltas o delitos tipificados como causales de destitución, demostradas en un juicio laboral. Al negarle a los maestros el derecho a concursar, para que puedan demostrar sus méritos y competencia, no solo lo mantienen a disposición de supervisores, que realizan funciones de comisarios políticos, sino que también degradan la función magisterial y todo el sistema educativo, con graves consecuencias para los educandos y para el país que no logra formar profesionales y técnicos capaces de contribuir al desarrollo y bienestar de la población.
El currículo es otro instrumento empleado por el Ministerio de Educación para tratar de controlar la mente de los educandos, con lo cual también violan expresas disposiciones de la Ley de Educación, aprobada como para exhibir una teoría que no están dispuestos a cumplir, aunque en algunos casos han actuado con absoluta brutalidad y prepotencia para intimidar especialmente a los educadores. Y sino han avanzado más es porque el gremio de maestros y profesores formados en una larga lucha democrática a través de varias décadas anteriores al autoritarismo chavista, han resistido cívica y valientemente; y en particular las asociaciones de padres y representantes, que han dado demostraciones de firmes decisiones para que su hijos no sean arrastrados tras consignas y dogmas anacrónicos.
Otro aspecto que revela la devaluación del sistema educativo es lo relacionado con la calidad de la enseñanza. Hoy el Ministerio de Educación improvisa maestros y profesores que respondan a la ideología del Jefe del Estado, y el Ministerio de Educación Universitaria ha creado universidades dependientes de ese Despacho, nombrando igualmente miles de profesores sin previo concurso, entre quienes posiblemente se encuentran muchos de grandes méritos profesionales, pero la mayoría confiesa su apoyo al llamado socialismo del siglo XXI, o no ingresa. El cerco económico y las agresiones a través de bandas paramilitares a las Universidades Autónomas, es algo nunca ocurrido en nuestro país, desde la caída del último dictador militar, General Marcos Pérez Jiménez. La autonomía con la que han actuado en el mundo, universidades públicas y privadas, no sólo ha permitido desarrollar una educación de calidad, sino que también importantes laboratorios donde se crean nuevos conocimientos. De allí que en la Venezuela de hoy, ante el fracaso en gran parte de la educación pública a niveles de primaria y secundaria, muchos padres y representantes hacen grandes esfuerzos para enviar sus hijos a los colegios privados, incluso en el nivel universitario, si exceptuamos las universidades autónomas.
Y si todo lo expuesto no fuera suficiente para concluir que el sistema educativo atraviesa un grave proceso de devaluación, las cifras del Ministerio de Educación indican que desde el año escolar 2004-2005, cuando se atendieron 11.618.747 en todos los niveles de la educación, el descenso en la matrícula es alarmante, en el 2009 apenas se mantienen en el aparato educativo 6.899.197 niños y jóvenes. Y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) registra que hay un total de 5.251.837 niños en edad comprendida entre 0 y 8 años, de los cuales 2.236.928 están fuera del sistema educativo. Unos 100.000 niños emigran hacia los colegios privados, a donde también envían sus hijos los altos funcionarios gubernamentales, en la búsqueda, sin lugar a dudas, de una mejor educación. De allí que el fracaso del sistema educativo en los últimos 10 años es tanto en calidad como en cantidad.
Especialistas en investigación de la marcha del sistema educativo, como el Profesor Robert Rodríguez, de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) revelan que aproximadamente un millón de jóvenes queda fuera de la transición escolar del sexto al séptimo grado, por falta de cupos. Calcula que hay déficit de 5.000 planteles para atender la demanda, no obstante que a través del Plan Excepcional Simón Bolívar, entre los años 2006 y 2008, el Ejecutivo erogó 5.5 millardos de bolívares para construir y reparar 3 planteles, cuyos resultados no se conocen en toda su magnitud, sin que la Contraloría Social ni la Contraloría General de la República informen acerca de la transparencia y efectividad de esa inversión.
Para revertir el proceso de devaluación del sistema educativo en nuestro país, se requiere un cambio en la política educativa que ha venido ejecutando el gobierno del Presidente Hugo Chávez, lo cual parece inviable antes de las elecciones legislativas y para Presidente de la República, y ello sólo estaría garantizado si después de un cambio en la conducción del Estado, se logra el concurso de todos los sectores interesados e involucrados en el proceso educativo, para diseñar un nuevo sistema educativo, que comprenda, entre otras políticas:
1) Respetar y ejecutar todo lo establecido en la Constitución vigente, en lo tocante a la educación como derecho humano, en un contexto democrático y plural, abierto a todas las corrientes del pensamiento universal.
2) Delinear un sistema de selección y formación de maestros y profesores, idóneos tanto para el ejercicio del magisterio, como para la dirección de escuelas y liceos mediante concursos, a quienes debe facilitárseles su actualización de conocimientos y realización de postgrados en el país y en el exterior. Todo el sistema debe ser evaluado periódicamente, con sentido pedagógico, científico, tecnológico y humanístico.
3) Recuperar y ampliar la planta física de escuelas, liceos y universidades, y mejorar sustancialmente las condiciones de trabajo de los docentes, empleados y obreros, incluyendo mejores sueldos y beneficios sociales, acordes con la alta misión que desempeñan.
4) Reestablecer la descentralización de competencias, recursos y servicios educativos a gobernaciones y alcaldías.
5) Recuperar el Instituto de Cooperación Educativa (INCE) para garantizar capacitación para el trabajo a centenas de miles de jóvenes que están fuera del sistema educativo o lo han abandonado, dándole facilidades para que culminen sus estudios de primaria o secundaria, según el caso.
6) Elevar el Presupuesto de Educación a los niveles recomendados por la UNESCO, 7% del Producto Interno Bruto (PIB).
7) Estimular y apoyar la meritocracia entre los alumnos, con un sistema de becas acorde con el costo de la vida.
8) Respetar estrictamente la autonomía universitaria y establecer un cronograma para que todas las universidades experimentales dependientes del Ministerio de Educación se conviertan en autónomas.
9) Respaldar toda iniciativa tendiente a la consolidación de la educación privada, en las mismas condiciones de la educación pública.
10) Realizar todas las inversiones y crear todas las condiciones para impulsar una educación de altísima calidad.

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