domingo, 12 de diciembre de 2010

EVELING TREJO ALCALDESA

Juan Páez Ávila

En la democracia universal, la mujer ha venido demostrando que puede tener una participación exitosa, si logra alcanzar ciertos niveles de preparación para el ejercicio de la política y asume con vocación firme la lucha social como un mecanismo de consolidación de los regímenes de libertades, que el ser humano considera como la vía más apropiada para producir algunos cambios políticos y económicos que conviertan en realidad la esperanzas de millones de personas que buscan cómo salir del atraso y la orfandad.
El triunfo de Eveling Trejo en las pasadas elecciones para la Alcaldía de Maracaibo no sólo significa la derrota del Presidente Hugo Chávez en la segunda ciudad de Venezuela, sino también el ascenso al poder de una mujer valiente y estudiosa, trabajadora y con vocación política, que si bien hereda en parte el prestigio de su marido, Manuel Rosales, exiliado en Perú, ha demostrado que camina con sus propios pies por todo el Estado Zulia y piensa con cabeza propia.
Conocida a escala nacional después que su esposo, amenazado por el Presidente de la República de llevarlo a la cárcel, antes de que algún tribunal se pronunciara sobre los supuestos delitos de los que le acusaba, Eveling Trejo enfrentó con coraje y decisión el difícil momento político que vivía su cónyuge, y dio a conocer sus ideas, su pensamiento, acerca de la política venezolana. Esposa digna y luchadora social presente en el escenario político se ganó la simpatía de muchos zulianos y venezolanos, y la animadversión de los perseguidores de Manuel Rosales. Desde el mismo momento en que se le vio y oyó en los medios de comunicación social asumir la defensa de su marido y expresar sus conceptos en torno a la justicia y a la democracia en general, comenzó a ser considerada como una posible sustituta del Alcalde en el exilio.
Pero si todo lo dicho justifica que el pueblo zuliano la haya electo por mayoría Alcaldesa de Maracaibo, no es menos relevante su extraordinario ejemplo del rol que la mujer venezolana ha jugado y debe seguir jugando en la historia política contemporánea de nuestro país. Ganar en primera instancia unas elecciones primarias y recibir luego el apoyo de decenas de partidos políticos y organizaciones independientes, para finalizar victoriosa con el sufragio de los zulianos, tiene que vincularse también a su talento y a su discurso democrático, a su vinculación con la sociedad zuliana y a la credibilidad de su palabra.
Si algo caracteriza a los electores de las principales ciudades del país, es su conciencia democrática, su rechazo a la demagogia, la conformación de una cultura política, que si bien puede ser manipulable en un momento circunstancial, en muy poco tiempo descubren y rechazan el falso discurso y los candidatos que atienden en primer lugar a sus intereses personalistas y de cogollos oportunistas y corruptos. De allí algunas de las razones que llevaron a los habitantes de Maracaibo a elegir Alcaldesa a Eveling Trejo.
Su elección podría significar también un estímulo a la mujer venezolana a incorporarse a la lucha política, en un momento difícil que atraviesa el país, por la unidad de los venezolanos con espíritu de reconciliación nacional, para superar el clima de odio y venganza que ha sembrado Hugo Chávez desde el poder. La decisión de miles de mujeres que en los barrios de las principales ciudades del país, han demostrado para combatir por sus derechos sociales, requiere ser complementado con la participación de centenares o miles de mujeres que han alcanzado un alto nivel de educación y cultura políticas. Eveling Trejo señala un camino que exige sensibilidad social, voluntad inquebrantable para enfrentar las dificultades que toda mujer, incluso los hombres, pueden encontrar en la batalla por la vida, por la política democrática, pacífica y electoral, requeridas para derrotar a un gobierno de tendencia autoritaria que pretende imponernos un comunismo a la cubana, rechazado por más del 80% de los venezolanos, que incluso en palabras de Fidel Castro no le sirve ni a los cubanos, y que su hermano Raúl, en funciones de Presidente de Cuba, trata de modificar, si no de abolir paulatinamente.
Finalmente, creo que es muy importante señalar que Eveling Trejo ha asumido la Alcaldía de Maracaibo como una responsabilidad ciudadana, sin el menor asomo de espíritu de retaliación, a pesar de que su marido permanece en el exilio víctima de la persecución política ordenada por Hugo Chávez. Esa conducta, unida a la expresada también por el Gobernador Pablo Pérez, en el sentido de demostrar que la política es una actividad del ser humano destinada a construir una nación democrática, puede ser un indicador de que el Zulia y los zulianos, como la mayoría de los venezolanos unidos por la defensa de la democracia, no se han dejado arrastrar a los niveles subalternos de la vulgaridad política y el personalismo autocrático promovido por el lenguaje del Comandante Chávez y ejecutado por algunos oportunistas y sus incondicionales seguidores.

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