martes, 19 de octubre de 2010

LA AUTOCRÍTICA DE FIDEL

Juan Páez Ávila

21-09-2010



Aunque el Comandante Fidel Castro trató de desmentir al periodista de USA que lo entre4vistó recientemente y quien se hizo acompañar de una testigo, ha quedado absolutamente claro que el todavía jefe máximo del comunismo cubano, pensó, en ese momento, solo en su país, que busca diversos mecanismos de una apertura hacia una economía mixta que atraiga la inversión extranjera, que le permita a su país salir de la postración económica y la miseria de millones de cubanos que viven en su territorio.


Para sorpresa del mundo democrático y particularmente para sus seguidores incondicionales y recalcitrantes, que todavía lo consideran el revolucionario más importante del mundo comunista, que ha sobrevivido a la hecatombe de la Unión Soviética y al giro hacia el capitalismo de China, Fidel Castro ha hecho una autocrítica pública en declaraciones a un periodista norteamericano, al reconocer que el régimen socialista que le impuso por 50 años al pueblo cubano, no sólo no es exportable, sino que tampoco le ha servido a su país, tras la búsqueda de un hombre nuevo.


Y aunque la mayoría de los analistas y dirigentes políticos expresan dudas acerca de la sinceridad del viejo caudillo caribeño, los tímidos pasos que ha venido dando su hermano Raúl, como heredero de su gobierno, parecen indicar que estamos en presencia de un cambio significativo pero gradual, que ambos, bajo su máxima dirección o tutela, conducirán hacia una economía mixta, en la que no se puede calcular el tiempo de transición hacia un mercado abierto al mundo capitalista globalizado, porque preservan con mucho rigor, sin aflojar, todavía, las riendas de la política hacia una mayor libertad y respeto a los derechos humanos.


A los pocos días de sus sorpresivas declaraciones autocríticas, sólo pueden formularse hipótesis hacia donde enrumbarán a Cuba, presionados por la comunidad democrática internacional que exige mayores avances hacia la democracia. Estamos muy distantes de las denuncias que hizo Nikita Kruschov en XX Congreso del Partido Comunista de la URSS, de los crímenes y otras barbaridades que se cometieron durante el gobierno de Stalin. La evolución en Cuba hacia la democracia puede ser inédita, lenta como la China comunista, sin descartar la pérdida del control político como le sucedió a un estadista de la excepcional inteligencia de Mijail Gorvachov.


Lo que sí puede afirmarse sin temor a exageraciones subjetivas, es que Raúl Castro, a quien se le atribuyen simpatías por el rumbo que ha tomado China, recibió un espaldarazo de su hermano mayor y mentor político, que le puede permitir acelerar las reformas, porque ambos han reconocido el fracaso del socialismo autoritario, del comunismo que importaron de la Unión Soviética.


De ser así, el Comandante Presidente, Hugo Chávez, tendrá que ponerle sordina y freno a su , delirio del socialismo del siglo XXI, después de 11 años de gobierno, durante los cuales ha destruido el aparato productivo del país, limitado las libertades públicas, sin poder crear alguna institución importante que justifique históricamente su administración pública, muy lejos del hombre nuevo que ha ofrecido generar en nuestro país.


Identificado el socialismo del siglo XXI, por Fidel Castro, como el comunismo que él le impuso a los cubanos, Hugo Chávez no puede continuar engañando a los venezolanos que creyeron en su prédica y que hoy son víctimas de la inflación, el hampa desbordada, el desempleo, la recesión económica, el militarismo y el personalismo centralizador que ha destruido todas las empresas privadas que ha estatizado, cuando los cubanos dirigidos por Raúl Castro trata que crear en su país, para superar el desastre económico, social y político que atraviesa.

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