martes, 19 de octubre de 2010

ENCUESTAS HOY

Juan Páez Ávila
Y aunque por acontecimientos extraordinarios en el mundo de la política, la opinión de los electores puede variar días antes y hasta en el momento de votar, la crisis económica y social que atraviesa el país, como consecuencia de políticas equivocadas aprobadas y puestas en ejecución por el gobierno, ha desengañado a millones de venezolanos, que en principio apoyaron a Hugo Chávez, y ya no creen en sus nuevas promesas, ni que decidiera cambiar esas políticas, como para que reconsideren su decisión de sufragar por la oposición. Incluso la defensa del voto, garantía ineludible para coronar la victoria, ha pasado a formar parte de la conciencia del ciudadano, dispuesto a vivir en libertad y no en la cárcel y en la miseria del comunismo cubano, hacia donde se orienta la política del Comandante Presidente.
A pocos días para celebrarse las elecciones para elegir diputados a la Asamblea Nacional, la mayoría de las encuestas señalan un posible triunfo de la oposición, aunque algunos establecen reservas en cuanto a la posibilidad de que esa victoria se refleje en el número de candidatos, debido a la reforma que hizo la mayoría del CNE para favorecer al gobierno, y porque los resultados de una encuesta nacional no reflejan la realidad de los circuitos. Admitiendo esto como válido técnicamente, lo que parece inevitable numéricamente es la derrota del oficialismo en todo el país, lo cual sería políticamente mortal para las aspiraciones de reelección de Hugo Chávez.
Todo indica que estamos frente a un cambio importante del pensamiento y voluntad del electorado ante los resultados de la administración pública de Hugo Chávez y de su equipo, señalado como el más corrupto e incapaz, salvo excepciones, que se conozca en la historia desde siglo XX venezolano, al establecer la más elemental comparación con las obras públicas realizadas y con la cantidad de millones de dólares que han ingresado al Tesoro Nacional por la renta petrolera.
Pero regresando a las opiniones acerca de los resultados de las encuestas que se refieren a la condición nacional de cada una de las realizadas, esa apreciación no favorece a los candidatos del gobierno, porque en los circuitos en su mayoría son desconocidos y hasta extraños a la región, en los que los candidatos de la Mesa de la Unidad, si tienen un mínimo de vínculo con los electores, también pueden obtener una importante victoria.
En síntesis, si bien estamos frente a una elección regional por lista y por circuitos, la influencia de la intervención del Presidente Chávez puede repercutir a favor de sus candidatos por lista, pero en los estados más importantes tendrá que medirse con la obra de los gobernadores y alcaldes de la oposición, incluso con el papel relevante, a pesar del cerco gubernamental, del Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma, y en particular con el gobernador de Lara, Henri Falcón, en uno de los estados donde antes de su disidencia imperaba Chávez y el chavismo.
De allí que el propio chavismo en lo interno admite la pérdida de los estados: Táchira, Miranda, Zulia, Nueva Esparta, Nueva Esparta, Distrito Capital, Carabobo, Mérida, Lara y Anzoátegui, que representa el 61% del electorado nacional, que se puede preservar hasta el 2012. Y si bien no es recomendable cantar victoria antes del 27 de este mes, lo cierto es que la oposición al gobierno de Hugo Chávez se encuentra unida, como en ningún otro momento de las múltiples veces en las que participó en elecciones, durante este ya moribundo período chavista, y mejor preparada para derrotar el ventajismo y el abuso gubernamental, y el miedo que trata de meterle a la población con sus amenazas y bravatas el Comandante Presidente, como último recurso para que la mayoría no vaya a votar.
La incapacidad de Chávez y su equipo gobernante para administrar la hacienda pública, la corrupción generalizada y especialmente montada en el saqueo de PDVSA, la inseguridad que azota a todos los venezolanos por el reinado del hampa, el militarismo y el personalismo como política centralista del Presidente, el desempleo y alto costo de la vida, la ruina de los hospitales y los salarios de hambre de médicos, maestros y profesores, y de los sectores populares y de la clase media en general, son indicadores de que el país requiere de una nueva Asamblea Nacional en 2010 y un nuevo Jefe de Estado en 2012.
El mandato constitucional de Hugo Chávez está llegando a su final por decisión de la mayoría de los venezolanos consultada en las encuestas. Más del 60% de los consultados quiere una Asamblea Nacional plural y autónoma, y más del 80% dice que no debe aspirar a otra reelección, que debe llegar hasta 2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario