jueves, 11 de febrero de 2010

RCTV INTERNACIONAL

Juan Páez Ávila
El cierre de RCTV Internacional, presentado por el gobierno como un acto legal por violar disposiciones establecidas en la Ley resorte y algunas reglamentaciones dictadas por CONATEL, para todo venezolano medianamente informado acerca de cómo funciona el Estado de Derecho en Venezuela, no es otra cosa que una decisión arbitraria y prepotente ordenada por el Presidente de la República para callar un medio televisivo que en su programación informativa y de opinión viene dando espacio a la dirigencia política de oposición , que en un año electoral le resulta peligroso y contrario a sus planes y pretensiones hegemónicos para controlar la Asamblea Nacional en las próximas elecciones del 26 de septiembre.
La posibilidad de perder las elecciones legislativas que reveló la mayoría de las encuestas que se realizaron en los últimos meses del 2009, y que seguramente indicarán algunos sondeos en lo que ha transcurrido del mes enero, el Presidente Chávez no sólo se ha declarado en campaña electoral, sino que también aparece dispuesto a utilizar todo el poder del Estado para tratar de preservar el control del Poder Legislativo, y con él de todos los Poderes Públicos que hoy le obedecen como militares subalternos.
La decisión de cerrar RCTV Internacional, que ya ha sido rechazada por sectores importantes de la población, no parece obedecer a un análisis político realizado por expertos en políticas comunicacionales, sino por militares en campaña, que acuerdan ataques en aquellos flancos que deben eliminar para avanzar, sin tomar en cuenta la opinión pública nacional y mundial. Una decisión de fuerza no siempre encuentra apoyo en la mayoría de una sociedad, aún gobernada autocráticamente. Chávez enfrentará protestas de grandes dimensiones, porque difícilmente podrá convencer a la gente que se trata de un acto apegado a la legalidad.
Si en vez de atacar problemas como la inseguridad, los apagones eléctricos, la falta de agua y de viviendas, y alto costo de la vida para buscar el triunfo en las próximas elecciones, el Comandante en Jefe ordena cercenarles a los televidentes su libertad de estar informados por los medios que ellos escojan, difícilmente será obedecido. La derrota de los candidatos del PSUV se hace más evidente con el empleo de violencia oficial contra la libertad de información y de expresión, porque el discurso legalista no tiene credibilidad.
Cuando Hugo Chávez ordenó cerró por primera vez RCTV escribimos lo siguiente:
En un régimen democrático, cualquiera haya sido o sea hoy la política editorial de RCTV, la concesión otorgada no debe ser cancelada aun cuando se le haya vencido el período para su funcionamiento, violando su prioridad o primera opción para ser beneficiaria de la misma. En las actuales circunstancias políticas es imposible que la decisión presidencial no aparezca como una retaliación también política, por la línea editorial de su directiva durante los últimos años del mandato del Comandante Chávez.
Incluso, aún cuando RCTV haya censurado o silenciado a importantes funcionarios de este gobierno y de los anteriores -algunos muy conocidos- la democracia se fortalece con la existencia de una comunicación plural. No compartiendo su política editorial hay que garantizarle el derecho a ejercer libremente su rol informativo, combatiendo o refutando sus puntos de vista. Utilizar abusivamente el poder que le da el triunfo electoral a Hugo Chávez, es un signo de arbitrariedad y debilidad políticas.
Es una arbitrariedad porque a RCTV o a alguno de sus directivos no se les ha sometido a un juicio imparcial con garantías al debido proceso, para privarlos de la concesión que desde hace más de 50 años vienen disfrutando legalmente.
Y es un signo de debilidad política, porque después de conocer las últimas encuestas que reflejan su caída irreversible, arremeter contra esa empresa cuya política editorial no afectó o cambió los resultados electorales de su última elección, demuestra que el Jefe del Estado sabe que ha perdido su fortaleza política de otros tiempos, cuando todavía podría hacer ofertas engañosas.
Finalmente, es un grave error político no sólo porque RCTV tiene un derecho adquirido a la primera opción para seguir disfrutando esa concesión, sino también porque la medida afecta a centenares de empleados entre periodistas, artistas y trabajadores en general. Se viola la libertad de empresa y la libertad de expresión. De allí el respaldo que han recibido de sus colegas, entre ellos quien esto escribe, la Iglesia Católica, trabajadores y empresarios, y cuyas consecuencias están por verse.

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