lunes, 6 de agosto de 2012

CAPRILES Y EL FUTURO

Juan Páez Ávila




Después de recibir el respaldo espontáneo de 2 millones de venezolanos que votaron por su nominación para ser candidato de la Alternativa Democrática, e inmediato apoyo de más de 3 millones al ser reconocido los resultados de las elecciones primarias por los otros candidatos, quienes se sumaron efusivamente para formar parte de su comando de campaña, Henrique Capriles Radonsky se encamina hacia el triunfo definitivo para ser el próximo Presidente de la República.

El voto abrumador que recibió Capriles el 12 de Febrero tiene que llenar de optimismo a los venezolanos de todos los sectores democráticos, sin exclusión alguna, la mayoría del país puede sentirse representada no sólo en su candidatura, sino también en su discurso incluyente, sencillo pero lleno de confianza por el futuro de todos los ciudadanos que quieren paz, empleo, seguridad, bienestar personal y progreso general del país, expresado en unas elecciones ejemplares para Hispanoamérica y el mundo, que busca un rumbo, un camino para consolidar la democracia.

Sin agresiones, sin amenazas, siempre mirando el futuro de progreso de todos los venezolanos, Henrique Capriles Radonsky y su victoria pasan a ser también un ejemplo para la selección todos los aspirantes a ser candidatos a dirigir los destinos públicos de la nación. Primero, hay que oír al pueblo y consultarlo, constatar en contacto con ese pueblo, como lo hizo Capriles desde la Gobernación del Estado Miranda y en sus visitas a las regiones, cómo es ese pueblo y qué busca, e interpretarlo correctamente. Segundo, ningún candidato debe ser elaborado en comités ejecutivos o cúpulas fácilmente manipulables por intereses personales o de grupos, muchas de buena fe, creyendo que representan la sabiduría política, cuando, por diversas razones, se ha perdido el pulso, la realidad de un país.

La victoria de Henrique Capriles es de todos los demócratas de Venezuela, hayan votado o no por su candidatura presidencial, tanto por su escogencia en elecciones primarias y abiertas a las que podían concurrir todos los que buscaran un camino para erradicar la violencia de los menos y el radicalismo de muchos, y en cuanto al significado y proyección nacional e internacional de la participación y protagonismo de los electores. El pueblo ha demostrado que quiere ser protagonista, participando con su voto. Un camino para erradicar el mesianismo, el personalismo.

El camino hacia el triunfo en las elecciones de octubre, por la Presidencia de la República, queda ampliamente despejado para Henrique Capriles, porque el golpe que ha recibido el adversario, Hugo Chávez, es políticamente mortal. ¿Cómo explicar y menos justificar que él se escoge a sí mismo como candidato presidencial e impone los candidatos a gobernadores y alcaldes, mientras Capriles es seleccionado por el voto de los venezolanos en elecciones primarias, lo mismo que los gobernadores y alcaldes que se presentarán en diciembre de este año y en marzo del próximo, a disputarles el poder a sus incondicionales escogidos a dedo?

A Hugo Chávez se le agotó el discurso de la confrontación, del insulto al adversario y de la demagogia a un pueblo, que cada día protesta por los engaños de que ha sido víctima. El nuevo método de escoger candidatos en elecciones primarias, entre representantes de diversos partidos y organizaciones independientes, ya se ha constituido en una nueva manera de hacer política, que llegó para quedarse.

Venezuela volverá a ser ejemplo para el mundo, no sólo por rescatar la democracia representativa, sino también por convertir a los electores en verdaderos protagonistas de la política, al convocarlos a participar en la selección de sus candidatos a la representación pública, mediante elecciones primarias abiertas a todos los ciudadanos inscritos en el Registro Electoral Permanente.

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